Un rincón con encanto
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Un rincón con encanto
Hay muchas razones para visitar La Garganta, que en los últimos años se ha lanzado a la carrera por atraer turistas y lo está ... logrando a base de sumar atractivos.
De todos los motivos que pueden citarse para justificar un viaje hasta este pueblo cacereño, hay uno que le viene dado desde siempre. Se trata de su ubicación. A 1.124 metros de altitud, es el segundo municipio más alto de Extremadura, solo por detrás de Piornal (Valle del Jerte), que le gana por 51 metros.
Esta situación le aporta de entrada una ventaja: la temperatura. En La Garganta hace menos calor que en el conjunto de la comunidad autónoma, y esta característica se convierte en una ventaja competitiva cuando el termómetro se dispara, como suele ocurrir durante varios días en los veranos extremeños.
Pero hay mucho más. Por ejemplo: el Centro de recepción de visitantes El Lobo. Funciona como eso, como punto para recibir a los visitantes, pero también como centro de interpretación o museo dedicado a la mítica especie. Tiene sentido que un sitio así esté precisamente aquí. La Garganta es zona de montaña, está junto al límite entre las provincias de Cáceres y Salamanca, y durante décadas fue lugar de paso para los ganaderos trashumantes. Todo esto ayuda a explicar que la memoria del 'canis lupus' esté especialmente viva, y que aún queden en el pueblo algunos vecinos que cuentan historias sobre los lobos.
Pasado el pueblo en dirección a Candelario (Salamanca) está el corral que se utilizaba para cazarles. Es un recinto con muros de piedra inclinados hacia dentro, lo que impedía a los animales salir de él una vez que entraban atraídos por alguna presa colocada ahí precisamente para llamar su atención.
Al lado del corral hay un mirador astronómico, que permite ver las estrellas de forma cómoda. Se trata de una zona rural donde la contaminación lumínica es mínima, lo que propicia cielos de una calidad inusual, que resultan idóneos para el astroturismo.
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Un poco más abajo, más cerca del pueblo, está otro de sus atractivos turísticos, el pozo de nieve, que el Gobierno regional incluyó en el Inventario del Patrimonio histórico y cultural de Extremadura. Es una construcción de planta redonda de unos diez metros de profundidad, que recuerda a las que había en la localidad y se utilizaban para guardar el hielo generado a partir de las nevadas que caían en los alrededores. En el pueblo hay otros dos más.
En esta misma zona alta está la vía ferrata del Canchal de La Muela, donde pueden practicar escaladas tanto los novatos o primerizos como los ya experimentados, porque hay recorridos para usuarios de distintos niveles. Y está en proyecto añadirle una súper tirolina.
Hay más cosas que ver o hacer en La Garganta: las ruinas del poblado medieval de La Redondilla, la bonita iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI o la ermita de San Gregorio.
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