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La propuesta lanzada por la Consejería de Educación, que se discutirá mañana en sectorial, para regular la forma en la que los centros podrán reducir su horario ante una ola de calor, como ocurrió el pasado junio, no gusta a los sindicatos. De momento, ANPE y PIDE lo rechazan.
La primera entiende que la medida debe establecerse con carácter general a los meses de junio y septiembre con el fin de que los centros escolares y las familias puedan adoptar las medidas oportunas si así lo considerase el consejo escolar del centro. «No vemos oportuno ni viable que la medida se pueda adoptar dependiendo de los días que se esté en alerta por ola de calor, pues los centros y las familias deben planificarse».
En la misma línea, PIDE reclama una medida de reducción real y general que impida que la situación del pasado junio se vuelva a repetir y que haga posible que durante los meses de junio y septiembre las clases terminen a las doce del mediodía. En definitiva, una reducción real del horario.
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