Rotundamente progresistas

El pacto de Gobierno entre PSOE y Podemos no fue consultado ni aprobado por el Comité Federal de los socialistas, pero ese es un detalle menor para Pedro Sánchez, que sabe que en el PSOE se tragan todo lo que llega de arriba. Por arte de birlibirloque los aguerridos barones de ayer, los mismos que se opusieron a sus «peligrosos manejos» se han trasmutado en piadosas baronesas que le hacen ojitos, entregadas a la causa y rendidas ante su apolínea figura. Para que olvide lo que dijeron le hacen la ola, ruborosas, sumisas, temerosas, con guiños tras un abanico engalanado de rosas y corazones. ¡Totas tuas! Se llama progreso.

El pacto «imposible», se fraguó a las pocas horas de las elecciones entre Adriana Lastra, Irene Montero e Iván Redondo que, después de haber sido el «gurú» del adelanto electoral, concilió las posturas más extremas de ambas. Los trámites meramente burocráticos, como la aprobación del Comité Federal del PSOE o la socorrida consulta a las bases de Podemos, pueden esperar hasta que el guiso humeante esté en la mesa, que eso de la democracia participativa tiene por límite la eficacia. Para los «rotundamente progresistas» las consultas son para asuntos de mayor calado, como el de los casoplones. Una buena democracia se hace eficaz si se sostiene sobre un dirigismo vertical a la venezolana, que la etiqueta de «rotundamente progresistas» lo justifica todo.

-Ya, pero es que todavía hacen eco las palabras de Pedro Sánchez, cuando dijo: «…Yo sería un presidente del Gobierno que no dormiría por la noche, junto al 95% de los ciudadanos de este país, que tampoco dormirían tranquilos, incluso votantes de Unidas Podemos, por eso no acepté las propuestas que me hizo el Sr. Iglesias…».

-¿Y qué? Son rotundamente progresistas y como Pedro Sánchez no es el Guadiana, se vuelve cuando le da la gana».

-Vale, pero y aquello de: «Ni antes ni después el Partido Socialista va a pactar con el populismo. El final del populismo es la Venezuela de Chávez, la pobreza, las cartillas de racionamiento, la falta de democracia y, sobre todo la desigualdad».

-Bueno, lo importante es el encuentro de dos fuerzas rotundamente progresistas.

-Que sí, que sí, pero y lo de: «Si para ser presidente tengo que renunciar a mis convicciones, tiene razón en que no seré presidente del Gobierno... ahora. Elijo mis convicciones antes que un Gobierno que no beneficia a España, señor Iglesias».

-Hoy todo ha cambiado, Pablo es más progresista y el Gobierno que ayer era perjudicial para España, hoy es una bendición progresista».

-Pedro Sánchez ha ganado pero perdiendo, acuérdate cuando dijo: «La izquierda útil es la que gana y sirve a la gente. ¿De qué sirve, señor Iglesias, una izquierda que pierde incluso cuando gana?».

-¡El triunfo de Pedro ha sido histórico! Viva Iván Redondo, que ese sí que es requeteprogresista.

-Y lo de que: «Algunos lo que quieren es convertir a España en Venezuela, pero yo quiero que España sea un país avanzado de Europa, otros lo que quieren es llevarlo por la deriva de la Venezuela chavista, pero ya he dicho que con el populismo no vamos a pactar ni antes, ni durante ni después».

-¡Eso era antes, hoy se puede pactar con ellos porque son progresistas!

-¿Y sabes si Pedro Sánchez se va a dejar coleta?

-Lo están estudiando en la Secretaría de Estado de Ocurrencias, pero la próxima gran noticia va a ser que Pablo Iglesias se la corta.

-¿La coleta?

-Claro, claro, después de consultar a las bases.