El secretario general de Cultura de la Junta alega conflicto de intereses en la concesión de ayudas públicas

Francisco Palomino fue nombrado a finales de agosto del pasado año como número dos de la Consejería de Cultura. Procedente del sector privado, era el administrador y socio único de Atakama Creatividad Cultural, una compañía de promoción cultural con sede en Cáceres. Como apuntó HOY, en verano cesó de sus funciones al frente de esta empresa, según la publicación recogida en el Boletín Oficial del Registro Mercantil.

Su compañía recibió el pasado verano una subvención de 38.500 euros de la Consejería de Cultura, un hecho que fue denunciado por el PSOE, pero la concesión se produjo antes del nombramiento de Palomino como secretario general de Cultura y cuando ya había abandonado su labor en Atakama.

Junto a esto, tal como recoge la página web de la Junta de Extremadura, Palomino fue director del Festival del Teatro Clásico de Alcántara de 2021 a 2023 y de eventos como la Festividad de San Jorge en Cáceres durante siete años, diversos actos de Almossasa en Badajoz, cabalgatas y otras citas culturales.

Como responsable de la Secretaría General de Cultura, tiene entre sus funciones el impulso y la gestión de acciones encaminadas a la producción, promoción y difusión de las artes escénicas, musicales, cinematográficas, visuales y literarias, así como el apoyo a la creación individual o colectiva y el acceso de la ciudadanía a las prácticas y manifestaciones culturales y artísticas.

Además, su cargo tiene asignada la presidencia de comisiones de valoración de distintas líneas de promoción cultural de la Administración regional. Entre ellas, en noviembre fue nombrado para ese cargo para la convocatoria de ayudas para ampliar la oferta cultural en áreas no urbanas, financiada con fondos europeos de recuperación. También para las solicitudes presentadas para la incorporación a la oferta de programación de la Red de Teatros y otros espacios escénicos de Extremadura.

Asimismo, en febrero fue designado presidente de la comisión de valoración de las solicitudes presentadas a la convocatoria para la incorporación de las empresas al programa de escenarios móviles y por parte de las entidades locales.

Sin embargo, Palomino solicitó la abstención respecto de aquellos expedientes de la Secretaría General de Cultura relacionados con las materias propias de su competencia en los que pudiera producirse algún conflicto de intereses, como recoge la Ley de Régimen Jurídico del Sector Público.

Esta norma establece que son motivos de abstención tener interés personal en el asunto de que se trate, un vínculo matrimonial o situación asimilable y parentesco con cualquiera de los interesados o simplemente tener amistad íntima o enemistad manifiesta. También se recoge como causa tener relación de trabajo con persona natural o jurídica interesada directamente en el asunto o haberle prestado en los dos últimos años servicios profesionales.

Una resolución aprobada en enero por la Secretaría General de la Consejería de Cultura fijó que en esos casos de abstención se designaría a la directora general de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural, Adela Rueda, en lugar de Palomino.

Por ese motivo, en marzo se acordó que Adela Rueda sustituyera a Palomino en la comisión de valoración de las ayudas para ampliar la oferta cultural en áreas no urbanas. Esta solución también se ha adoptado para las otras dos convocatorias citadas, para la incorporación al programa de escenarios móviles y para la programación en la red de teatros.