Semana Santa

Consejos para ser costalero y no sufrir un Vía Crucis

Las instrucciones básicas de cómo ser costalero y no sufrir un Vía Crucis evitan lesiones musculares o cardiovasculares que pueden dejar huella tras dejar las trabajaderas. «El 70% de las personas obesas que se meten bajo un paso pueden tener problemas de hipertensión», subraya inicialmente Villafaina, de Jerez de los Caballeros, que es cargador del Santísimo Cristo de la Piedad, de la Real y Archicofradía del Santísimo Sacramento.

Es compañero de paso de Juan Antonio Bermúdez, presidente a su vez de la Asociación de Costaleros de Jerez, municipio con una Semana Santa de Interés Turístico Nacional. Lleva 24 años como costalero -para ser exactos, cargador porque no lleva el paso sobre su costal sino sobre su hombro dentro del paso- del Cristo de la Piedad, una de las imágenes más espectaculares de la Semana Mayor jerezana. Pesa unos 1.150 kilos y es llevado por una treintena de costaleros.

«Es muy importante ensayar. Y haber realizado ejercicios físicos varias semanas. Una vez dentro del paso, si tuviera que resumir, dos aspectos son claves: llevar fajas ortopédicas de alta tecnología, que se debe poner debajo del fajín, porque el fajín solo no hace que la espalda esté lo más recta posible durante el recorrido. También tener un calzado duro, con suela de gel para que no te dañes los pies», afirma Bermúdez.

Ana Sánchez acumula ocho años como costalera del paso jerezano de La Cena, de la Archicofradía del Santísimo Sacramento. Se metió en las trabajaderas por necesidad, porque faltaban hombros. Se formó una cuadrilla de mujeres-hombres ya consolidada de treinta y seis cargadores. «Haciendo una mínima preparación física se está muchísimo mejor dispuesto. Ando, corro y subo muchas cuestas, algo que en Jerez no es difícil», suelta.

Escenarios como el municipio templario, con calles empinadas y asimétricas, empedradas, complican aún más el trabajo costalero. Estos soportan el peso cargando con la séptima vértebra cervical, protegidos por el costal y con una faja anudada a los riñones para mantener recto el cuerpo. Mientras, los que portan las imágenes sobre los hombros, por dentro o por fuera de los pasos, el esfuerzo es igualmente considerable aunque para sitios como Jerez es más llevadero, dice Ana Sánchez.

Villafaina explica. «Es un esfuerzo prolongado y de alta intensidad. Requiere de una preparación física preventiva, en cuádriceps y gemelos, y en las zonas abdominales y lumbar. Se debe hacer todo el año y, de forma específica, al menos 12/14 semanas antes de procesionar.

Pero, ¿qué hacer exactamente?. El profesor y costalero jerezano da su receta. «Hacer ejercicios aeróbicos. Aquí incluyo andar rápido, correr, hacer bicicleta. Se puede complementar con subida de escalones, de cuestas. Durante tres o cuatro días a la semana, 150 minutos en total», detalla.

Otro tipo de ejercicios son los de fuerza. En gimnasio o en nuestra casa, Combinar fuerzas de pierna (sentadillas) con los músculos 'core', los abdominales, lumbares, de la pelvis, los glúteos y la musculatura profunda de la columna. Los básicos para las 'levantás' de pasos y cargar con ellos«. Estas tandas, recomienda, dos o tres veces por semana. Con 15 o 20 repeticiones por ejercicio y descansando entre serie y serie un minuto.

Por último, junto a estos ejercicios, otros son los que buscan flexibilidad: estiramientos de rodillas y piernas y los ejercicios de espalda. Todos los días. «Se trata de estar lo mejor posible para un periodo, el de la procesión, intenso y en el que tampoco podemos tener sed porque la hidratación es básica también», finaliza Santos Villafaina.