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Estrella Domeque
Domingo, 31 de marzo 2024, 17:24
«No podemos dejar al pueblo así». Es la frase que se escuchó en el grupo de personas que, en una plaza de España que ... minutos antes estaba repleta de paraguas, trataban de convencerse para aprovechar una pequeña tregua de un cielo encapotado que permitiera ver un año más la Carrerita en Villanueva de la Serena.
Y se convencieron, pese a que por unos instantes la decisión fue suspender la procesión, algo que había ocurrido por última vez en 2013. Más de una década después, la historia parecía repetirse y las lágrimas empezaban a aflorar entre los miembros de ambas hermandades, pero también entre los asistentes. La lluvia no cesaba y el suelo mojado de la plaza preocupaba por la posibilidad de que se produjera algún percance en la carrera de la Virgen de la Aurora al encuentro del Resucitado. Durante casi una hora se sucedieron las llamadas de teléfono en las que se establecía un primer retraso que se anunciaba por megafonía a los miles de personas que se encontraban ya desde antes de las 8 de la mañana cogiendo su sitio. Después, se acordó esperar hasta las diez menos cuarto y fue a esa hora, aún con los paraguas abiertos, cuando se daba por hecho que la decisión iba a ser suspender la celebración.
Sin embargo, la ilusión hizo ver un resquicio de luz en el mar de nubes. Toni llegó con el mensaje para ese grupo que no quería dejar al pueblo sin la Carrerita: «Que sí, que se sale». Los aplausos de los más próximos a ese corrillo sirvieron para anunciar la noticia al resto de la plaza. «Era una decisión muy difícil, pero no podíamos dejar a los villanovenses sin la Virgen ni sin Jesús», relata esta mujer, visiblemente emocionada, unos instantes después de la procesión.
Así, pasadas las diez de la mañana, el Resucitado completó su recorrido hacia el centro de la plaza y, unos instantes después, el runrún del público anunciaba que la Virgen de la Aurora ya asomaba para iniciar la carrera al encuentro con su hijo que alcanzaría tras unos segundos. Se sucedieron entonces los tradicionales «¡Viva la Virgen de la Aurora!», «¡Viva el Resucitado!» y «¡Viva la Carrerita» que se entonan en esta Fiesta de Interés Turístico regional.
Estuvo tan cerca de suspenderse que, quizás por ello, se vivió de manera más intensa por los villanovenses. Pero no fue lo único que hizo especial esta Carrerita, llamada a quedar en el recuerdo de muchos. Lluvia, suelo mojado, incertidumbre y… Tres mujeres llevando el paso. «¡Y cómo lo han llevado!», comentaba una vecina felicitando a Marta, Ana y María José que difícilmente olvidarán este Domingo de Resurrección. «Nervios, euforia, alegría, ilusión, felicidad… Todo lo que diga es poco», expresa Marta, portadora de la Virgen en la parte delantera, que se quedaba sin adjetivos mientras trataba de contener las lágrimas, «esto es para vivirlo, porque por mucho que lo explique es imposible de entender». En principio, le había tocado a su marido, pero al ver que otras dos mujeres iban a correr, reconoce, se animó. «Una señora me ha dejado sus botas, mi hermana el abrigo y… para delante; pero lo hemos pasado muy mal cuando pensábamos que no salía después de todo un año esperando este día», añadía mientras ambos pasos ponían rumbo a la iglesia de la Asunción sin poder completar este año, eso sí, el tradicional recorrido por las calles del centro tras la Carrerita.
«Es como volar y es verdad lo que dicen, es como que la Virgen te lleva a ti», cuenta Ana que, junto a María José, tratan de explicar con gran emoción cómo han vivido estos segundos irrepetibles para ellas, «debajo del paso, la sensación es como que la Virgen se eleva, parece que no pesa o es la emoción la que la levanta, pero todas las mujeres se tienen que animar y apuntarse porque es algo inolvidable, precioso», concluyen las dos con una emoción que se nota en la voz, pero también en los ojos que, de nuevo, tratan de contener las lágrimas.
Todo un año de espera para apenas unos segundos sin los que sería imposible entender la Semana Santa villanovense que, este año, ha visto cómo la lluvia ha trastocado casi todos los planes, pero no ha podido con la Carrerita.
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