Ha tardado 23 años desde que se anunciara pero en pocas semanas se empezará a ejecutar una obra clave de trasvase de agua en la cuenca del Guadiana a su paso por Extremadura. El pasado jueves se firmó el contrato con las empresas adjudicatarias para ... la construcción de un canal de trasvase de 36,4 kilómetros de longitud entre las cuencas de los ríos Pizarroso, Alcollarín y Búrdalo que va a continuidad al canal existente en las presas de García de Sola y Sierra Brava, complementando el canal de Las Dehesas, en la zona centro de la región.
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Este proyecto supone construir un canal de trasvase, con una capacidad de 15 metros cúbicos por segundo, entre tres embalses en la margen derecha del Guadiana, en la provincia de Cáceres. Las presas que se van a interconectar son las de Sierra Brava, Alcollarín y Búrdalo. Se plantea en los términos cacereños de Zorita, Alcollarín, Abertura y Escurial. El canal debe estar terminado en 2028, en algo menos de cuatro años según el concurso de licitación de esta actuación. Con esta infraestructura se aumenta los recursos de agua para regadío y abastecimiento humano así como se evitarán inundaciones.
Una UTE (unión temporal de empresas) ha ganado un concurso que sacó el Ministerio para la Transición Ecológica y que quedó desierto el año pasado. Se publicó en enero de 2023 con un presupuesto de licitación de 74,4 millones de euros. No concurrió ninguna empresa. Desde la patronal de la construcción se aventuró que nadie se presentaría porque el precio estaba un 40% por debajo de los costes reales. Así fue. Entonces el Ministerio (Confederación Hidrográfica del Guadiana) volvió a licitar la obra. Salió por 104,87 millones (un 40,8% de subida) y ha sido adjudicada por 96,9 a la UTE compuesta por Dragados, Obras Subterráneas SA y Construcciones y Obras Públicas del Guadiana, con sede en Don Benito.
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Se trata de cerrar el complejo hidráulico de las Dehesas. De esta forma quedarán interconectados todos los embalses de ese entorno«, resumía el año pasado a HOY, Samuel Moraleda, presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana a la hora de explicar esta obra de envergadura.
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Entre el embalse de García de Sola, en la provincia de Badajoz, y el de Sierra Brava (sobre el río Pizarroso), en la de Cáceres, ya hay una conexión que permite llevar agua. Ahora se va a construir un canal que, de un lado, transcurrirá entre Sierra Brava y la presa de Alcollarín (14 kilómetros de longitud) y entre esta última hasta el embalse del Búrdalo (22 kilómetros).
«Se trata de interconectar el sistema de embalses y presas que hay en la zona oriental del Guadiana en Extremadura. Servirá para mejorar la gestión del agua y ahí encuadramos poder contar con más recursos hídricos, siendo por tanto garantía en época de sequía, pero también permitirá en sentido opuesto contar con mejores infraestructuras para evitar inundaciones en época de grandes avenidas», agregó Moraleda.
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Se trata de que si, por ejemplo, Sierra Brava no tiene agua suficiente, se pueda llevar a través de Búrdalo o Alcollarín por el Canal de las Dehesas. «Esta obra es un gran refuerzo para las necesidades del canal de Orellana, que concentra la mayor cantidad de regantes de Extremadura», incidía a este diario el presidente de la CHG.
Ese canal de trasvase y esos algo más de 36 kilómetros son, en realidad, lo que queda para dar por terminado el Canal de las Dehesas, vital para el regadío regional, situado entre las dos provincias extremeñas (lo que se denomina Zona Regable Centro).
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Se anunció en el año 2001 por el Gobierno que encabezaba entonces José María Aznar. En 2012, el Ejecutivo central que presidía Mariano Rajoy comunicó que se ponía en marcha. Sin embargo, la actuación se paralizó y no se retomó hasta 2017, cuando se publicó la declaración de impacto ambiental favorable. En 2019 se declaró de interés general de la obra.
El Canal de las Dehesas funciona desde la década de 1980. Parte del embalse de García de Sola y llega a la presa de Sierra Brava. Cuenta con diversos ramales de conexión para atender a las zonas regables. Son más de 100 kilómetros de canal (88,300 kilómetros, a lo que hay que sumar los ramales de Pela (24,8) y Madrigalejo (9,1 km) y le quedan por terminar los 36 que ahora se van a empezar a construir.
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La presa de Alcollarín y la del Búrdalo -sobre los ríos que les da nombre- son dos de las tres últimas construidas por la CHG.
«Estamos hablando de tres embalses que se van a interconectar y que suman una cantidad más que interesante de agua», remarcó Samuel Moraleda. Sierra Brava tiene capacidad de 233 hectómetros cúbicos (tiene ahora 193 almacenados), Búrdalo, 79 (42 retenidos) y Alcollarín, para 52 (con 41 embalsados en estos momentos).
«Eso supone disponer de mejores recursos hídricos y de infraestructuras para afrontar con mayores garantías las situaciones de inundaciones que se pueden producir», concluyó el responsable del organismo hidrológico.
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