Agustín Pijierro Amador es jefe de Sección en el Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de Badajoz y lleva desde el inicio de la ... pandemia tratando a pacientes con covid. Ahora el área pacense es la que mayor presión asistencial soporta, con 24 ingresados de los 62 que hay en Extremadura.
–¿Se esperaba una quinta ola?
–De sorpresa no nos ha pillado. Sabemos que el virus no se ha ido porque no se comporta de una manera estacional y, aunque cada vez hay más gente vacunada, todavía queda mucho. En ese sentido siempre estamos preparados porque puede haber repuntes como está sucediendo ahora, después de acabar el curso los estudiantes y de relajar las medidas.
–¿Cuál es el perfil del paciente ingresado actualmente?
–Desde aproximadamente el mes de abril empezamos a notar algunos ingresos, muy pocos, de gente no vacunada y jóvenes, pero hace una semana que ese perfil está cambiando. Ahora ya tenemos tres tipos: pacientes mayores, otros de edad media entre 40 y 60 y jóvenes menores de 30. La horquilla de edad ahora mismo es muy amplia. Hay ingresados con poco más de 20 años y otros de más de 90. La persona más joven que ahora mismo está en el Hospital Universitario de Badajoz tiene 24 años y la mayor, 94.
–¿Están vacunados?
–Los hay que tienen la pauta completa, otros con una sola dosis y algunos que no han recibido ninguna. Las vacunas ya han demostrado que están funcionado, pero eso no quita que haya gente que presente la enfermedad. Su eficacia es muy buena, pero no del 100%. Además, cuando nos ponen una vacuna no todos desarrollamos la misma inmunidad, es decir, que no todos estamos igual de protegidos.
–¿Los pacientes que están en UCI son mayores?
–No, en el Hospital Universitario de Badajoz hay uno con poco más de 30 años, otro de 51 y una persona de 62. Está claro que los jóvenes pueden enfermar de manera grave igual que una persona mayor. Evidentemente un paciente de más edad puede tener más patologías y el virus se comportará peor, pero la gente joven no está exenta de tener una infección grave, con una neumonía bilateral que requiera de cuidados intensivos. Y eso es un paciente crítico y puede fallecer. La gente joven no está exenta de morir de covid.
–¿Hay factores que pueden determinar que un joven enferme gravemente o le puede pasar a cualquiera?
–Ante eso no hay respuestas claras. A día de hoy, está un poco por dilucidar. Lo que sí que sabemos es que el virus puede provocar una neumonía bilateral severa y comprometer la vida de un paciente. Teóricamente lo tienen peor aquellos con problemas de inmunosupresión y patologías asociadas, pero el virus puede ser caprichoso y provocar una situación crítica en cualquier persona sana.
–Hay quien llama 'ola joven' a este repunte. ¿Qué es lo que más le ha marcado cuando ha tratado a los pacientes de menor edad?
–Hay jóvenes con covid que nos dicen que no se quieren dormir por miedo a no despertarse, al pasarlo tan mal con la insuficiencia respiratoria. A otros les llama la atención la paliza que les pega el virus. Se dan cuenta de que les cuesta moverse y les provoca una debilidad muy extrema que nunca habían experimentado antes.
«Los sanitarios estamos cansados porque no vemos que se acabe; queda virus para rato»
«Ahora mismo hay ingresados con la vacunación al completo, con una dosis y sin ninguna»
«Esta ola no será tan intensa, pero en lo que queda de mes puede haber un repunte de ingresos»
–¿Hasta cuándo cree que seguirán subiendo los ingresos?
–Esta ola no puede ser tan intensa como las anteriores. Por ejemplo, entiendo que no llegaremos a números tan altos como los de la tercera, pero probablemente en lo que queda de mes tendremos un repunte hospitalario significativo respecto a lo que hemos tenido en mayo y junio, que hemos estado muy bien.
–¿Cree que la variante delta está agravando más la situación en los hospitales?
–A día de hoy creo que no está siendo un gran problema. Quizás, acaba la semana y te digo otra cosa, pero por ahora creo que no.
Las secuelas
–Lo que sí se ha demostrado ya son las secuelas que deja el virus, incluso en pacientes jóvenes, después de varios meses.
–Sí, hay pacientes con una neuropatía importante, lo que altera su movilidad y sensibilidad en brazos y piernas. Eso les obliga a hacer una rehabilitación muy seria para empezar a caminar poco a poco y con ayuda de fisioterapeutas. También hay gente que después de una neumonía bilateral grave tiene cicatrices en los pulmones que les puede condicionar en el futuro. Eso les limita a hacer actividades que antes podían desarrollar sin ningún problema.
–Después de más de un año luchando contra el virus, ¿cómo se sienten los sanitarios?
–Estamos un poco cansados porque no vemos que esto vaya a acabar; queda virus para rato. Es cierto que es un esfuerzo continuado durante mucho tiempo y tener en la cabeza todo esto es cansino. Cansa porque impacta en nuestro trabajo cotidiano. Tener que ir habilitando plantas para tratar a pacientes con covid quiere decir que hay otras cosas que antes hacías que no puedes hacer ya con normalidad. Aunque altera la vida hospitalaria, estamos organizados para tratar a los pacientes, para protegernos y no llevar el virus a casa.
–¿También se están empezando a contagiar los sanitarios?
–Somos parte de una población de riesgo, pero en el hospital se actúa con mucha seguridad. Ahora tenemos algunas bajas de compañeros que están contagiados o que están en periodo de cuarentena por haber sido contacto estrecho de un positivo por coronavirus y eso en vacaciones nos hace resentirnos un poco más, pero por ahora tenemos pocas bajas y espero que así sigamos.
–¿Qué mensaje mandaría a la población para intentar contener los contagios?
–Hay que seguir cumpliendo las medidas de precaución. Si estamos en un sitio cerrado tenemos que llevar la mascarilla, hay que evitar aglomeraciones y mantener la distancia de seguridad. Mientras no tengamos un mayor porcentaje de población vacunada, tenemos que seguir haciendo esfuerzos.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.