La escritora Dulce Chacón en una imagen de archivo. HOY
Un país que nunca se acaba

Zafra, revuelta literaria

Premio Dulce Chacón. Nuevas bases del certamen provocan manifiestos y críticas de la familia Chacón

Miércoles, 22 de mayo 2024, 08:08

En Zafra hay revuelta y no va de toros, de caza ni de amnistías, sino de literatura. Zafra, con su calle Tetuán, llamada la calle Fina porque no encuentras en ella un palacio con menos de 10 metros de fachada; con el hospital de San Ildefonso, donde nació el clérigo Ruy López, primer campeón mundial de ajedrez en 1575 e inventor de la apertura española; con su calle Sevilla uniendo la plaza de España, en cuyo Salón Romero se mueven millones de euros en cerdos ibéricos dos veces al mes, con dos plazas joya: la Grande y la Chica…

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Algo que nunca entenderé es por qué escogió Zafra el reciente premio Nadal, César Pérez Gellida, como referencia geográfica en su novela 'Bajo tierra seca'. A los novelistas les ha dado por escribir 'thriller' rurales que ambientan en tierras duras, áridas y atrasadas y piensan inmediatamente en Extremadura. Vale, nada que objetar, pero Zafra, precisamente, ha sido desde hace un par de siglos una especie de ciudad de las artes y las letras que no pega nada en esas novelas ásperas.

Pero aunque nadie entienda en Zafra el escenario literario escogido por el premio Nadal, tampoco son tan provincianos como para revolucionarse por eso. Así que sigamos con las plazas de Zafra y detengámonos en una: la del Pilar Redondo, donde están el ayuntamiento, el palacio del Conde de la Corte y la Casa Verde, que aparece en la novela 'Cielos de barro' de Dulce Chacón. Y es precisamente la novelista Dulce Chacón (Zafra, 1954-Brunete, 2003), la protagonista indirecta de esta revuelta de las letras.

Como saben, en Zafra se falla el Premio Dulce Chacón de Narrativa Española desde el año 2004. Está dotado con 9.000 euros y una escultura y lo organiza el Ayuntamiento de Zafra en colaboración con la Junta y la Diputación. Colaboraba también un equipo de lectores de Zafra que leían las novelas y hacían una primera selección de obras y un jurado profesional. Pues bien, este año, el nuevo Ayuntamiento del PP ha decidido cambiar las bases del concurso y ha estallado una revuelta literaria con color local, pero valor universal.

Luciano Feria, escritor y secretario del jurado del premio entre 2004 y 2011, ha publicado un manifiesto avisando desde el título, 'Al borde del precipicio', de que el premio está en peligro. Las razones son que el proceso de selección, antes complejo, pero garantista y riguroso, se ha relajado; otra razón es que se centra en Extremadura perdiendo su carácter abierto y, finalmente, la desaparición del voto popular, que era algo que satisfacía mucho a los premiados. Además, denuncia Feria, se recorta el presupuesto, el premiado ha de pagarse el viaje y la estancia y el jurado no cobrará un euro por su trabajo. Todo esto devalúa el premio y desprecia la memoria de Dulce Chacón.

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Para rematar el escándalo, la propia familia de la novelista ha publicado un manifiesto titulado 'En defensa del verdadero premio Dulce Chacón'. Lo firman los hijos de la novelista, su hermana Inma, otros familiares y varias personas del mundo del libro y la cultura. En ese manifiesto, se preguntan por qué el jurado, además de la calidad literaria, no valorará en esta edición, como hacía en las anteriores, que las obras estén vinculadas a principios como la dignidad, la justicia o la solidaridad. «¿Quiere esto decir que el premio ya no representa los valores de la persona que le da nombre?», sugiere el manifiesto. Piden, finalmente, que se restauren las antiguas bases del premio y se recupere el espíritu con el que nació, el jurado de expertos y el jurado popular. Resumiendo: Zafra está que arde y el fuego viene de donde nadie se lo esperaba: la literatura.

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