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El vínculo de Emilio Tuñón con Cáceres es ya a estas alturas irrompible. Lleva más de 20 años diseñando y construyendo edificios en la ciudad tan destacados como el hotel-restaurante Atrio o el Museo Helga de Alvear. La relación continúa y será aún duradera con nuevos proyectos que empiezan a tomar forma, como la futura sede de la Fundación Atrio en la Ciudad Monumental.
–¿Cómo acoge el premio Extremeño de HOY alguien nacido fuera, pero que ha hecho sobrados méritos para recibirlo?
–Pues con mucha ilusión. Yo siempre digo de broma que los extremeños nacemos donde queremos. Pero es que además es verdad, porque cuanto más conoces Extremadura más te vas enamorando. Venir a Cáceres todas las semanas desde hace más de 20 años te acaba por crear una dependencia, y para mí es el momento más bonito de la semana.
–Sigue trabajando en Cáceres en la tercera fase del Museo Helga de Alvear. ¿Algún otro proyecto a la vista?
–Bueno, estamos trabajando en ello con la Fundación Atrio [está previsto que tenga su sede en un palacio adquirido por Atrio en la Ciudad Monumental], y ya veremos. José Polo y Toño Pérez son grandes empresarios no solo en términos gastronómicos, sino también muy afinados en dar la oferta que Cáceres necesita. La Fundación está haciendo una labor inmensa y tiene muchísimo recorrido.
–¿Siente como propio el éxito del Museo Helga de Alvear?
–Es un orgullo y es el presente de Cáceres. Helga de Alvear es el foco que está iluminando culturalmente Cáceres. Que un edificio se utilice es lo más importante, porque un edificio vacío es una tontería. Lo que es maravilloso es llegar a Atrio y ver a los 20 estudiantes que están allí aprendiendo, o llegar al Helga y ver a 30 niños dibujando las esculturas. Es lo que te llena, porque la arquitectura está hecha por las personas y para las personas. Si no, es algo estéril.
–También es importante que la ciudad entienda la obra y la reivindique como propia, como está ocurriendo en Cáceres con sus edificios.
–Exacto, eso es muy importante, construir espacios de relación con la ciudad. Atrio tiene establecido un vínculo con San Mateo, que produce sensaciones sentimentales, históricas y culturales. Esa conexión se ha conseguido crear ya también con el Helga de Alvear.
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Rocío Mendoza | Madrid y Lidia Carvajal
María Díaz | Badajoz y Ana B. Hernández
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