Celebración ayer en la puerta de la librería Ibérica en la avenida Ricardo Carapeto Zambrano. PAKOPÍ

«Murió y nos ha enviado el Gordo desde arriba»

Comprado en Punta Umbría. Unos amigos de Badajoz que acaban de perder a una de ellos compartieron cinco décimos y han ganado dos millones

Miércoles, 23 de diciembre 2020, 07:08

Se conocieron en el instituto Zurbarán de Badajoz cuando tenían 16 años. Han pasado 30 y siguen siendo amigos. Cada año, entre los quince comparten unos décimos de lotería. Un año tuvieron suerte, tocó una pedrea y se fueron juntos de comida con el premio. Este año ha sido duro, no solo por la pandemia, hace unos meses que son uno menos en la pandilla, murió su amiga Silvia. Ayer, miraban hacia arriba al recordarla. «Nos ha mirado y nos ha mandado el Gordo». En concreto, cinco décimos, dos millones de euros.

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Muchos extremeños pasan sus vacaciones en Punta Umbría y el sorteo de Navidad dejó ayer una lluvia de 240 millones de euros en la localidad onubense. Parte de ellos viajaron a Extremadura en las maletas de los veraneantes y ayer dieron las mayores alegrías para una región en la que, en general, el Sorteo Extraordinario de Navidad pasó bastante inadvertido.

Una de las mayores celebraciones se dio en la avenida Ricardo Carapeto de Badajoz. Una de las agraciadas del grupo de amigos es la dueña de la librería Ibérica ubicada en esta calle, la avenida principal del barrio pacense de San Roque. En las puertas de este negocio se reunieron ayer los premiados desde el mediodía para celebrar «que un año horrible ha terminado de la mejor manera posible».

Muchos de los amigos acudieron con sus familias y los niños, posaron ante los periodistas con réplicas de los décimos premiados y pudieron cantar «dos millones de eurooooos». A pesar de las precauciones debido a la pandemia, no pudieron evitar algún abrazo de felicidad. Tampoco faltaron las lágrimas, especialmente al recordar a una de sus amigas, que participaba con ellos en la lotería compartida, y que falleció hace unos meses a causa de una leucemia.

«Nos ha mirado desde arriba, nos ha mandado el décimo desde arriba», aseguró ayer Ismael Pérez, uno de los premiados, muy emocionado «porque era mi cuñada y ha sido muy duro para todos». Este pacense posó ayer llevando en brazos a Rubén, su hijo de siete meses, nacido en pleno confinamiento. «Nos han tocado dos gordos, el premio y este», dijo mirando a su pequeño.

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La propietaria de la librería Ibérica, Silvia Moruno, también tuvo palabras de recuerdo para su amiga fallecida. «Creo que ella nos ha mandado el premio para darnos una alegría en este año». En la puerta de su negocio no faltaron los planes para gastarse el dinero, aunque el más repetido fue el clásico «tapar algún agujero, o varios». «Lo mejor de todo, ha sido poder compartirlo con todos los amigos», indicaron los premiados.

«Ha sido especial porque es compartido entre los 15 amigos. La pandilla que jamás pensamos que nos iba a tocar algo. Un año fue una pedrea y nos fuimos a cenar. Estamos muy unidos de toda la vida, desde el instituto. Luego cada uno empezó con su pareja, se nos han juntado un montón de niños y aquí estamos», relataba ayer emocionadoIsmael Pérez.

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La propietaria de la librería Ibérica salió en HOY hace unos meses. Este periódico dedicó, durante la pandemia, una página diaria a los protagonistas de la crisis de la covid y Silvia Moruno fue una de las escogidas. Al contar con artículos de papelería, tuvo que continuar con su negocio abierto e hizo un gran esfuerzo para ayudar a los padres del barrio que necesitaban material para sus hijos. Muchos vecinos le agradecieron su trabajo porque era la única forma que tenían de imprimir las tareas que enviaban a sus hijos.

Ayer recordaba estos meses como muy complicados, también para el negocio porque perdieron parte de sus ingresos, al no estar permitida la venta de productos de librería durante esos meses. También estaban preocupados, como todos los empresarios, por la crisis que se avecina, por lo que el premio supone un gran apoyo. Su marido, Sergio, indicó que espera que este dinero sirva para ayudar a toda la pandilla y que sigan juntos 20 años más.

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La celebración no solo fue para los premiados. Todos los vecinos de San Roque que pasaron por la librería festejaron la suerte de sus vecinos. «Hace mucha ilusión ver gente tan feliz después de un año tan horrible. Para olvidar. Da gusto tener algo que celebrar», declaró ayer Eugenia Silva, una vecina del barrio.

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