Más de cien alumnos de Mérida aspiran a sacarse la secundaria por la escuela de adultos

El jueves pasaron lista por primera vez en este curso en el Legión V. No fue en su aula habitual. Los alumnos estaban citados en el Centro Cultural Alcazaba. El auditorio se llenó en pocos minutos. Les recibió Javier Gallego, el director, y parte del claustro.

En los pupitres se sentarán aspirantes que superan los treinta años. Muchos padres y madres con niños en edad escolar. También jóvenes mayores de edad ya que no abandonaron hace tanto tiempo.

El Legión V inicia el 21/22 con más de doscientos cincuenta matriculados. Todos buscan una segunda oportunidad para mejorar su nivel educativo. Hay quien entra por la línea de la FP Básica en cocina y restauración. Se impartirá en la Escuela de Hostelería, y tiene un atractivo añadido, explica el director, ya que la titulación profesional equivale también a secundaria.

Aunque el grueso llega con la intención de hacer los dos cursos de ESPA (Enseñanza Secundaria para Personas Adultas). Hay más de cien matriculados.

Siguen un plan de estudios concentrado, primero y segundo se da en un curso y tercero y cuarto en el siguiente. En dos, la mayoría consigue el título.

Javier Gallego habla de una docencia con sus características propias. De adaptarse a las circunstancias de los estudiantes. «Nosotros tratamos de que visualicen el futuro y de que entiendan que sin un título mínimo se van a quedar fuera del mercado laboral».

Muchos no necesitan motivarse y saben muy bien lo que necesitan tras pasar varios años en el mercado laboral sin cualificación. Pero sus circunstancias personales le frenan. Ahí es donde entran los docentes. «La tutoría juega un papel importante en nuestro trabajo. Somos conscientes de que debemos facilitarles la cosas».

El Legión V trabaja con una alta tasa de éxito, hay pocas deserciones entre los matriculados, que suelen darse en las primeras semanas. «Es muy raro que alguien se caiga al tercer mes». Casi todos los que llegan a diciembre acaban con el título.

Hay dos turnos, uno de mañana, que lo ocupan casi siempre los más jóvenes, y otro de tarde, que suelen reclamar los que tienen responsabilidades familiares y trabajo.

El director cree que por el perfil y circunstancias de los matriculados, el Legión V no debe descuidar su labor social. Por eso los profesores que imparten las materias pasan antes una formación previa para que conozcan la realidad social de su alumnado. «Nos sirve para saber enfocar nuestro trabajo, los maestros en los centros de adultos tenemos que ser pacientes y compresivos».

El de secundaria ha dejado de ser un título aspiracional. No se concibe como la meta de los que fracasaron en el instituto hace años, más bien se trata del punto de partida para encaminar su cualificación a futuro.

La oferta de ciclos oficiales de FP se ha ido multiplicando con el paso de los años y a la mayoría solo se accede con la secundaria. También la formación laboral para desempleados. Hay una bolsa de cursos gratuitos que se renueva continuamente y la secundaria es el requisito mínimo para apuntarse. El Legión V, como explica su director, es la casilla de salida. Y con esa filosofía trabajan, la de que tienen delante a estudiantes con interés renovado.