Miguel Ángel Márquez: «Jamás imaginé donde me podía llevar la guitarra y componer»

Ha servido también el pregón para reencontrarse con las agrupaciones en las que estuvo su padre como los Cazurros y la Marara. Su pregón fue muy humorístico y se convirtió en un gladiador emigrado de Emerita Augusta para intentar matar a otros gladiadores sin armas, con guitarra y boli. Le salió luego una gira por los circos de Hispania y le llamó el alcalde de Mérida para regresar porque hay dos problemas que solucionar en la ciudad.

Márquez valora mucho el folclore del sureste peninsular. Huelva, Cádiz, Sevilla y Badajoz como provincia musical. «Se dan muchas artes en el folclore nuestro. Los críos de aquí vemos a nuestros padres ensayar, sacar canciones y salir a la calle con los chirigoteros y comparseros. Pensar los disfraces, las puestas en escenas, la música...llevamos mucho teatro encima».

Y pide una reflexión sobre el mérito del Carnaval. Cada año, dijo, se levanta algo original y luego se le prende fuego como a las fallas de Valencia. Es un folclore espectacular que solo se da en el folclore del suroeste de España. Orgulloso se mostró de esa herencia cultural.