Orgulloso de su profesión y padre de una niña de 3 años

C. J. VINAGRE

Lunes, 2 de agosto 2021, 21:09

Pedro Guillermo Macías Rey optó el sábado pasado, 31 de julio, por disfrutar de la tarde en la presa de Proserpina. Cacereño, profesional del Ejército ... en Badajoz, optó por un destino próximo junto a su familia: su mujer, sus suegros y su única hija, de 3 años de edad. Quienes lo conocen aseguran que es una persona orgullosa de su condición de militar y por la presencia en 'La Charca' ayer de muchos compañeros-amigos del grupo de zapadores de la brigada Extremadura XI de la base General Menacho de Bótoa, que vinieron «para ayudar en lo que fuera», está claro que el suceso les ha afectado a todos.

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Amante de las motos y de los perros, cuentan que a sus 39 años presentaba un buen estado físico y que había participado en cursos subacuáticos junto a otros compañeros del batallón de zapadores. Un batallón que periódicamente renueva sus capacidades, entre otras materias, en reconocimientos acuáticos.

«Ha sido una fatalidad, no me lo explico. Le ha debido de dar algo. Solo espero que metan más buzos ahí dentro para que esto se acabe», comentaba el padre de uno de los militares que acudió ayer hasta Mérida dentro del dispositivo de búsqueda de Pedro, que es como le conocen en Bótoa.

Había sido estudiante en el instituto público cacereño Al-Qázeres, y presumía siempre que podía de su ciudad, en la que solía estar a pesar de que su profesión militar le obligaba a permancer mucho tiempo y desplazarse hasta Badajoz.

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