ExpacioMérida, donde se plantea la planta azucarera. HOY
Azucarera de Mérida

La azucarera de Mérida necesitará una gran fotovoltaica para funcionar

El director de Ibérica Sugar reconoce que «es un paso fundamental»

Miércoles, 16 de noviembre 2022, 11:37

La concesión de financiación para la construcción de la planta azucarera de Mérida «es un paso fundamental» para la consecución del proyecto, según reconoce su director, Pablo Gómez Falcón. Pero aún hay cuestiones por resolver para poder dar cerrar la inversión y dar paso a ... las obras. Entre ellas, la promotora aún espera definir el suministro de energía para poder completar el proyecto.

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Así lo ha referido el director del proyecto, Pablo Gómez Falcón, quien señala que uno de los aspectos que aún hay que definir es el suministro energético de la azucarera. La planta proyectada implica un consumo muy alto, para lo que en principio se planteó la construcción de una central de cogeneración de gas natural con unia capacidad de producción de 196.000 megavatios hora al año.

Actualmente se estudian otras alternativas, como podría ser una planta fotovoltaica que otorgue la energía necesaria para el funcionamiento del complejo.

La empresa pública Sepides, dependiente del Ministerio de Hacienda, ha anunciado la concesión de un préstamo de 120 millones de euros al grupo Al Khaleej Sugar con cargo al Fondo de Apoyo a la Inversión Industrial Productiva (FAIIP). La planta de procesado y comercialización de azúcar de remolacha se construiría en los terrenos del parque empresarial Expacio Mérida, situado al sur de la capital autonómica.

Sepides señala que se contempla una inversión total cercana a los 500 millones de euros en la que será la planta azucarera más grande de España. Con una superficie de casi 600.000 metros cuadrados, tendrá capacidad para procesar 36.000 toneladas de remolacha al día. «Una cantidad que permitirá satisfacer la demanda española de azúcar que en la actualidad se cubre, en un 60%, con importaciones procedentes principalmente del norte de Francia y Alemania», añade la entidad.

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El director del proyecto reconoce que se trata de un paso clave para poder avanzar en la construcción de la planta, que «nunca se ha parado y sigue adelante».

Según explica, con este acuerdo se avanza en la financiación del proyecto, ya que en caso de recibir una negativa de Sepides habría sido necesario buscar otras vías. Pero recalca que un proyecto de esta envergadura tiene aún muchos aspectos por resolver en cuestiones de ingeniería, contratación de la obra y obtención de licencias. Además, solo los trabajos de construcción tienen un tiempo estimado de dos años, por lo que aún es aventurado saber cuándo podrá ser realidad la planta.

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