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La Mártir Santa Eulalia vivió ayer su día más grande. Y con ella Mérida y todos los fieles que, tanto ayer como la tarde noche del lunes, la acompañaron en las procesiones que hubo en la ciudad.
Aunque fue una gélida mañana de fiesta, en la que el sol no tuvo la decencia de salir, fueron muchos los emeritenses que desafiaron al frío y se echaron a la calle para acompañar a su patrona. El desfile transcurrió desde la Concatedral de Santa María, donde la imagen pasó la noche, hasta la Basílica de Santa Eulalia. Su templo, su casa, y cuya fachada lucía ayer un gran cartel anunciando el Día Jubilar.
La de ayer fue una procesión de las de siempre. Contó con la presencia de grupos religiosos, vecinos de la ciudad y personal militar de Bótoa, del grupo de Artillería, que fueron invitados para la ocasión. Con sus impecables uniformes, fueron muy aclamados y cada vez que presentaban armas los aplausos de la gente se hacían notar.
Por la Puerta de la Villa y al final de la Rambla, justo antes de llegar al Hornito, llovieron cientos de pétalos de flores al paso de la imagen de Santa Eulalia. Varias petaladas que pusieron una de las notas de color a la procesión.
Porque calor, sí faltó. Pero color no. También puso su toque costumbrista la asociación folclórica Nuestra Señora de la Antigua. Además de protagonizar la ofrenda floral, sus miembros interpretaron y bailaron la jota de la Mártir, que escribieron en su día, titulada 'Olalla Blanca en lo blanco', que ya se ha convertido en todo un himno a la patrona.
Ya antes de la procesión, el Hornito estaba que se venía abajo de flores. Cientos de ramos de todo tipo de flores adornaban el templo de Santa Eulalia. Y durante y después de la procesión no cesaban de llegar ramos y más ramos. Había incluso cola de la gente que quería entregar una flor a su Mártir. Así estará el Hornito durante varios días, cubierto de flores y de colores.
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El acompañamiento musical de la procesión, también muy importante, corrió a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores de la OJE de Mérida, la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Paz y la Banda de Música de Mérida.
El momento antes de entrar en la Basílica, con la imagen de espalda a la puerta, en el que los portadores y portadoras de la Mártir dieron con la imagen un giro de 360 grados para que esta reconociera a todos sus fieles, sonaba música. Una emocionante melodía que hizo soltar alguna lágrima a más de un devoto. Y es que Santa Eulalia tira mucho, llega muy dentro y la gente lo siente y lo demuestra.
Además de miles de personas por las calles, en la comitiva de la procesión estuvieron presentes el alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, la portavoz municipal, Carmen Yáñez, la delegada de Semana Santa, Mercedes Carmona, la portavoz del PP Local, Pilar Nogales, el de Vox Mérida, Ángel Pelayo Gordillo, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Mª Ángeles Romero, el comisario de la Policía Nacional, Aurelio Fernández y el cronista oficial de la ciudad, Fernando Delgado, entre otros. Tampoco faltaron los miembros de la Asociación Virgen y Mártir Santa Eulalia.
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También visitó la ciudad en este día el Hermano Mayor de la Soledad, la patrona de Badajoz, José María Blanco Rastrollo, que acompañó al presidente de la Asociación de la Virgen y Mártir Santa Eulalia, Luis Miguel González en la ofrenda floral a la patrona de Mérida.
Las autoridades religiosas como el Arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga, el párroco de Santa Eulalia, Juan Cascos y el de Santa María, Antonio Becerra, también acompañaron a la Mártir en la procesión. Después presidieron la Eucaristía que se celebró una ver terminado el recorrido por las calles de Mérida y la ofrenda floral.
Tras la procesión, los emeritenses se fueron dispersando y buscaban una cafetería o restaurante para tomar algo y poder resguardarse del intenso frío.
Como manda la tradición, es día de comer fuera de casa pero en familia.
Un año más, la festividad de Santa Eulalia pone fin a cinco días de fiesta en Mérida. Un paréntesis que dará paso a un impás antes de que lleguen las fiestas navideñas que, prácticamente, ya están aquí.
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