Vecinos de Proserpina y La Calzada vuelven a mostrar su rechazo a la planta de residuos

No se resignan a que les monten una planta de residuos de construcción y demolición cerca de sus viviendas. Por eso los vecinos de la Urbanización La Calzada y de Proserpina tienen previsto hacer mañana una marcha protesta. Quieren volver a mostrar su rechazo a esta iniciativa industrial que, desde el pasado mes de octubre cuenta con el visto bueno de la Junta de Extremadura.

La administración regional ya formuló la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable a la planta de gestión de residuos de construcción y demolición. Iniciativa empresarial promovida por Innova Servicios y Transformaciones S.L., que prepara su instalación en el paraje denominado Los Pinos-Carija, en una parcela de 34.515 metros cuadrados situados al lado del carril bici, y que tiene vía de acceso desde la carretera de Proserpina.

Una de las marchas saldrá del parque de Proserpina a las 12 de mañana. La otra partirá a la misma hora desde la urbanización La Calzada. Y sobre media hora después se encontrarán en un punto cercano a los terrenos donde se proyecta esta planta, a la que muestran su rotunda oposición y que expresarán mañana con la lectura de un manifiesto.

Ayer convocaron esta marcha protesta vecinos de las dos zonas afectadas. Salvador Romo y Mª Carmen Pablo, por parte de la asociación de vecinos de Proserpina, y Telma Ribeiro y Miguel Ángel González, que viven en la urbanización La Calzada, eligieron la sede de la Federación de Asociaciones de Vecinos para mostrar su rechazo a que la planta se construya en este lugar.

No es la primera vez que manifiestan su oposición a este proyecto. El pasado mes de enero, cuando comenzaron a salir las primeras noticias sobre esta iniciativa empresarial, ya se concentraron en la carretera de Proserpina para dejar clara su postura de rechazo al proyecto.

Indican que, además de los vecinos de La Calzada y Proserpina, también se verían afectados los usuarios de un centro ecuestre que está pegado al lugar donde se quiere levantar la planta. «Un centro en el que se imparten terapias ecuestres para niños con discapacidad o diversidad funcional. No nos parece el lugar más apropiado para situarla».

Alegan, entre otras cosas, que una planta en la que se prevé el tratamiento de unas 30.000 toneladas de escombros al año «va a causar mucho ruido, polvo y la destrucción del carril bici que va hasta Proserpina». E insisten en que quieren dejar claro que no se oponen a la instalación de esta planta en Mérida, sino al lugar escogido para ello. «Hay mucho sitio industrial en la ciudad donde se podría instalar. No entendemos por qué tiene que ser precisamente aquí, cuando hay polígonos industriales que podrían acogerla».

Recuerdan además que hace un par de años ya se intentó instalar esta planta en las inmediaciones de la barriada de San Andrés. El proyecto no salió adelante y también contó con la oposición de los vecinos, que presentaron alegaciones para que no se ejecutara.