Tres minutos de silencio en Cáceres por las víctimas

«No conseguirán romper la convivencia por la que luchamos y que defendemos». Así concluyó su intervención Said Aboufaris ante el medio centenar de personas que protagonizaron la concentración. El presidente de la comunidad islámica de Cáceres fue uno de los convocantes. El otro, Miguel Ángel González, párroco de San Eugenio. En el corazón de la barriada de Aldea Moret se guardaron tres minutos de silencio contra el atentado terrorista del pasado jueves en Barcelona. Hubo uno por cada paso del propio atentado; la casa que explotó, la Rambla barcelonesa y el paseo marítimo de Cambrils.

Había allí vecinos del barrio, empresarios como el presidente de la asociación de promotores de Fecons, Abelardo Martín; la concejala de Ciudadanos, María del Mar Díaz, el exconcejal Luis Fernando Gallego y miembros de la Asociación Cultural Aldea Moret, entre otros.

Católicos y musulmanes se dieron la mano con dos ejemplares del Corán y la Biblia sobre una mesa y en primer plano. También lo hicieron quienes acudieron al acto como condena de la masacre, más allá de creencias religiosas o de cualquier otro tipo. «Lo que hacéis no lo hacéis en el nombre de Dios», espetó en su intervención el párroco de San Eugenio. Said Aboufaris, un empresario marroquí afincado en la capital cacereña desde hace 25 años, fue también duro en su alocución. «La comunidad islámica de Cáceres expresa su más enérgica repulsa por el atentado». «Los musulmanes españoles muestran sus condolencias», avanzó. También deseó una pronta recuperación de los heridos y manifestó su «solidaridad con el pueblo barcelonés y español».

«Ante este hecho criminal y cobarde -remarcó-, la comunidad islámica de Cáceres reitera su pleno compromiso en la lucha contra cualquier tipo de terrorismo». En el acto se dio lectura a sendos rezos, uno católico y otro musulmán. El verso coránico refrendaba que «si alguien mata a una persona, sería como matar a toda la humanidad». Said Aboufaris destaca la situación «difícil» que se da para los árabes que residen en nuestro país. «Por suerte Cáceres es pequeño y nos conocemos todos, pero cuando ocurre un atentado como este se nos pone a todos en el punto de mira. Quienes cometen una barbaridad así no son musulmanes».

En la concentración estaban agentes de paisano de la Policía Nacional. No hubo incidentes. Desde este cuerpo se ha brindado colaboración a la comunidad islámica cacereña ante posibles amenazas que, por ahora, no se han producido.