Dicen que la venganza se sirve en frío y el PSOE de Cáceres se la ha hecho tragar al PP gélida. Todo un año ha esperado para devolverle la jugarreta de denunciar ante la Junta Electoral el acto de clausura de las Escuelas Deportivas y ... forzar su suspensión, igual que les hicieron a ellos en mayo de 2023 los populares en la campaña de las elecciones autonómicas y municipales. Se habrán quedado muy a gusto, pero es un error, igual que lo fue entonces, porque no se daña al adversario político, sino a las familias, y en este caso sobre todo a los cerca de un millar de niños que se quedan sin su esperada fiesta de final de temporada.
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La actual normativa electoral prohíbe a las administraciones públicas desde la misma convocatoria de los comicios, y no solo durante la campaña, organizar actos que se puedan considerar electoralistas, como inaugurar obras, poner primeras piedras y, en general, llevar a cabo eventos que tengan como objetivo presumir de buena gestión. El sentido común nos dice que es al menos muy dudoso meter en ese saco una fiesta que nada tiene que ver con la política como es la clausura de las Escuelas Deportivas, y que en otras ciudades como Badajoz se celebra con normalidad en estas mismas fechas, pero la Junta Electoral de Zona de Cáceres consideró lo contrario en 2023 cuando fue denunciada por el PP, y no le ha quedado otro remedio que mantener su doctrina cuando el que se ha quejado esta vez ha sido el PSOE.
La oposición que vienen realizando los socialistas al gobierno municipal del PP con Belén Fernández a la cabeza desde que perdieron las municipales hace un año está siendo intensa y, aunque con ciertas dosis de demagogia en algunas ocasiones, algo que parece inevitable en la pugna política, bastante centrada en asuntos prácticos. Un buen ejemplo es la denuncia que hicieron hace unos días de los 18.000 euros de dinero público que el Ayuntamiento le ha pagado a la empresa organizadora de los festejos taurinos para que celebrara en el Gran Teatro la gala de presentación de los carteles, un dinero del que no había informado el gobierno municipal y que se viene a sumar de manera arbitraria a la subvención de 40.000 euros que ya recibe la empresa.
La oposición está para eso, para controlar, fiscalizar y, llegado el caso, sacar a la luz posibles abusos. Pero lo que han hecho con la clausura de las Escuelas Deportivas es una salida de tono que al final no paga el adversario político, porque la influencia en el resultado electoral es nula, sino los ciudadanos. Lo fue también el año pasado cuando el que provocó la suspensión fue el PP, que por cierto ahora no tiene más remedio que aguantarse y agachar la cabeza porque ya perdió en mayo de 2023 el derecho moral de criticar la maniobra.
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