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El hombre y la naturaleza
Análisis

El hombre y la naturaleza

Cumplida la prioridad de apagar las llamas y salvar vidas, habrá tiempo de analizar si la gestión de nuestros montes y bosques en Extremadura es adecuada

Pablo Calvo

Cáceres

Domingo, 17 de julio 2022, 09:40

Estas líneas más que de un artículo forman parte de una crónica urgente acorde con los sobresaltos que nos ha ido deparando la semana a ... cada hora. Desde que hace seis días se dio la primera voz de alarma con un incendio en Las Mestas, allí donde el Tío Picho extendía sus lecciones de sabiduría y cuna del Ciripolen que inventó su hijo, Cirilo Marcos, a quien asaltó la popularidad en los años noventa por su mágica poción, desde el lunes, digo, Extremadura no ha parado de arder en un contexto de extremo calor. Más de 600 vecinos, muchos de ellos mayores, principal población de las comarcas rurales cacereñas, duermen a estas horas fuera de sus hogares por evacuaciones preventivas. Es evidente que las personas son lo primero y los protocolos parecen haber funcionado en este sentido con agilidad; pero si ver las llamas devorar cualquier bosque es duro, lo es más cuando se trata de zonas tan emblemáticas de Extremadura como Las Hurdes, y lugares únicos de los que los extremeños nos sentimos tan orgullosos como Monfragüe, Parque o Biosfera.

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