

Secciones
Servicios
Destacamos
Ángel Pelayo fue concejal de Cultura, por el Partido Popular, en el Ayuntamiento de Mérida antes de su escoramiento a Vox, y en esa antigua ... condición, o como simple lector, le sonará el verso de Gil de Biedma «que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde». Sí, gestionar también es cosa seria, la política, sobre todo cuando se tiene responsabilidades, no solo es lanzar proclamas en mítines y dar canutazos a los medios. Cuando se gobierna, en fin, hay que demostrar que se es capaz, y de momento a Vox en Extremadura se le ven las costuras, le viene muy grande lo de gobernar. Tan grande que los extremeños ni siquiera lo recuerdan; tal vez ni sus votantes se acuerden ya que María Guardiola gobierna gracias a ellos.
Sucede por mérito del PP y también por demérito propio, pues en los seis meses que llevamos de gobierno, de Vox solo se ha hablado realmente por haber perdido a su consejera, Camino Limia, a los 75 días. El PP además les ha toreado con el pin parental, pese a llevarlo en el acuerdo de gobierno (o muy parecido); la presidenta se permite decir que no tiene ninguna relación con ellos; y cuando llegan los presupuestos los populares se quedan con la sensación de que tienen el apoyo del partido de Abascal sin esfuerzo alguno. Son un socio callado y agradecido, que se conforma con poco. La entrevista que se publica hoy en estas páginas, la primera medio año después de aquel día de julio en que Pelayo compareció al lado de una cariacontecida Guardiola (cómo ha cambiado la situación) es ejemplo de todo ello.
Pero no es que Vox haya perdido la fiereza que les caracteriza. Es que se la dedican a otros. Con una consejería 'light' y una presencia parlamentaria a la sombra, pero con la necesidad de marcar perfil propio, Vox ha elegido los futuros regadíos de Tierra de Barros, el único asunto que le da verdadera enjundia a su departamento, el único en el que tiene que demostrar que sabe gestionar, para recuperar esta semana toda su artillería en la oratoria, y lanzar con una frivolidad y ligereza extraordinarias acusaciones de estafa y, sobre todo, de destrucción de documentos por parte de la anterior administración socialista, lo cual rebasa de forma clara la denuncia política para entrar en el terreno del delito. Puede que Vox tenga razón en lo que ha dicho sobre los citados regadíos, pero nada de lo que ha argumentado hasta ahora parece sustentarlo, y menos aún que justifique el modo tan chusco y alarmista en que lo ha hecho.
El segundo consejero de Vox en seis meses, Ignacio Higuero, ha dado en pocos días distintas versiones de por qué, a su juicio, este asunto en el que ya trabajó el gobierno popular de José Antonio Monago y que luego ha continuado el socialista de Guillermo Fernández Vara es una estafa, como él asegura. Basarlo en una carta de hace más de dos años cuando luego se han sucedido acuerdos y firmas de convenios, se ha reservado financiación y se han seguido las comunicaciones con Bruselas, es demasiado endeble. Higuero, como bien ha explicado el periodista Celestino Vinagre, ha pasado en pocas horas de decir que se tenía la financiación asegurada a señalar que la Unión Europea la tiene bloqueada, sin poner prueba alguna sobre la mesa, vacío que no le preocupa porque da por hecho que se ha destruido. Habla además de un necesario permiso comunitario que a nadie le consta hasta ahora. Vox se aprovecha del vacío del poder que tiene el PSOE extremeño por circunstancias que conoce para tirar por lo alto, mientras que la Consejería de Agricultura del PP apoya pero mantiene las distancias.
Así las cosas, son los propios regantes, los verdaderamente interesados de que el proyecto salga adelante porque ellos sí se juegan su futuro, los que han demostrado hasta el momento más sentido común y templanza pidiendo que no se haga política con ellos. Que Vox demuestre que no se le va la fuerza por la boca y saber gestionar lo que le ha tocado en suerte. Que pase por fin de las musas al teatro.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.