Pedro Sánchez, personaje de novela

Su protagonista principal, Pedro Sánchez, es un joven aldeano, cuyo horizonte no es otro que echar raíces en su tierruca. Pero un veraneante llegado a la aldea, don Augusto Valenzuela, al enterarse de las sencillas aspiraciones del joven, le promete buscarle un destino en Madrid bajo su protección.

Movido por la ambición, aceptará la oferta. Pero a poco de su llegada, comprobará –desolado– cómo el señor Valenzuela se había olvidado de su promesa. Abandonado y solo en la gran ciudad, únicamente quedaban dos alternativas: «Buscárselas por otra parte, o volverse a su lugar», como le dice su compañero de hospedaje 'Matica'.

Pedro Sánchez elegirá –desde la óptica del narrador– la opción equivocada: en lugar de volverse al pueblo decidirá medrar en Madrid. El extremeño 'Matica' le conseguirá un trabajo de administrador en 'El Clarín de la Patria', en el que llegará a ser redactor, asumiendo su ideario revolucionario y participando en la 'Vicalvarada' (1854), durante la cual se levantaron barricadas por todo Madrid, se incendió el palacio de María Cristina, la reina madre, y se asaltaron diversas mansiones, como la del marqués de Salamanca. La oleada revolucionaria le aupará al cargo de gobernador.

Pero el triunfo periodístico y político será efímero, pues terminará siendo cesado. Incluso en el plano personal sufrirá diversas desgracias. Tales infortunios harán que, cerrado el ciclo revolucionario tras 1868, abandone Madrid, que a estas alturas Pereda presenta como encarnación del mal, y regrese a su pueblo, como bien moral y apacible seno materno.

Como puede sospecharse ya, las coincidencias van más allá del título. En cierta medida, el político Pedro Sánchez, por haber logrado llegar a la Moncloa valiéndose de radicales de toda clase, puede terminar siendo, como el protagonista homónimo perediano, portador de la desgracia política para él y su partido y para la sociedad española también. Preocupado por mantenerse en el poder, confunde la realidad con sus intereses particulares, radicalizando su acción política en contra de los intereses generales de España, de su partido y de comunidades como la extremeña. Se pretende sustituir la España de la Transición, que tantos años de prosperidad y convivencia nos ha dado, por otra España confederal y –si se puede– republicana, en la que los extremeños tendremos seguramente un papel de segundones. Semejante radicalismo de Sánchez Castejón –apuntalado desde las baronías socialistas– terminará pasándole factura, como le ocurrió al protagonista de la novela del santanderino José María de Pereda.