Felipe Campuzano, el pianista enamorado de Extremadura: se casó en Plasencia y dedicó una canción a la capital del Jerte

Luto en el mundo de la música. El pianista y compositor Felipe Campuzano ha muerto este martes a los 79 años en su casa de Marbella donde residía actualmente. Nació en Cádiz el 27 de noviembre de 1945. Inició su formación musical en el Conservatorio de Cádiz y completó sus estudios en Madrid, donde obtuvo el Premio Nacional 'Fin de Carrera', lo que le permitió acceder a las Juventudes Musicales.

Este artista, que deja un legado imborrable en la cultura musical andaluza y nacional, tenía vínculos muy estrechos y especiales con Extremadura. De hecho, el conocido pianista y compositor andaluz creó en el año 2012 una pieza musical dedicada a la ciudad de Plasencia y a la Virgen del Puerto, patrona de la capital del Jerte.

Tal y como informó entonces el propio artista, la canción era «para el pueblo». Es una composición clásica que le regaló el pianista y creador andaluz a la Virgen. Una obra de amor para piano y orquesta sinfónica con la que el compositor celebró sus 50 años de carrera musical. El objetivo era estrenar esta obra en el mes de abril de 2012 con motivo de la Romería de la Virgen del Puerto de Plasencia. Sin embargo, finalmente no pudo hacerlo en aquel momento por problemas de tiempo durante la ceremonia.

Fue dos meses después, en junio de ese mismo año, cuando se estrenó el 'Poema sinfónico a Plasencia', una obra preparada para piano y orquesta, creada entonces con el fin de que sirviera de apoyo a la candidatura de Plasencia, Monfragüe, Trujillo a Patrimonio de la Humanidad. «Se trata de un poema sinfónico que comienza con una obertura dedicada a Monfragüe, para proseguir con un supuesto viaje aéreo hasta la ciudad de Plasencia a la que se llama desde la propia obra», explicaba entonces el autor.

A lo largo de su trayectoria profesional ha ofrecido conciertos en diferentes ocasiones en distintas localidades de la región.

Campuzano era un artista con múltiples aristas. Además de componer y tocar el piano, este andaluz pintaba y para sus cuadros se inspiró en muchas ocasiones en los paisajes extremeños. Lo que pintaba lo convertía en música y eso hizo con Extremadura. «Esos paisajes extremeños, que son una auténtica maravilla», manifestaba en 2011.

Ese año visitó la región para disfrutar de la dehesa extremeña, que pintaría y que, un año después, se convertiría en uno de los proyectos que sacó adelante para celebrar sus bodas de oro profesionales. 

Pero Campuzano no solo se inspiraba y creaba obras para Extremadura. Su relación con la región era tan especial que se extendía a través de su familia. Su tercera mujer es de Plasencia. En el año 2014 el compositor andaluz contrajo matrimonio en los Juzgados de la capital del Jerte con la placentina María del Puerto Martín, tras varios años de convivencia.

Su unión llegó después de dos matrimonios. Campuzano contrajo matrimonio por primera vez en 1967 con Carmen Encalado. Con fama de conquistador, se le relacionó con la actriz Rosa Valenti y se casó en segundas nupcias en 1984 con Lola del Páramo. Entre las mujeres de su vida también estuvo, no como pareja, sino como comadre y artista con quien compartía admiración mutua, Rocío Jurado, que amadrinó su boda con Lola del Páramo.

En los últimos años, Campuzano se había alejado de los escenarios, aunque nunca dejó de tocar en privado. Hace unos meses, fue operado de la mandíbula en Málaga, donde le detectaron un cáncer del que estaba siendo tratado. A pesar de su delicada salud, su fallecimiento ha causado sorpresa y consternación entre sus vecinos de Marbella.

Durante su carrera, fue galardonado con diversos premios nacionales e internacionales entre los que destacan el primer premio de piano en el certamen Manuel de Falla de Cádiz, el Premio Internacional de Arte Sagitario de Oro otorgado por la Academia Santa Cecilia de Roma y el primer premio de interpretación del Festival de Londres en 1980. Pero si por algo fue conocido por el gran público fue por componer temas que se convirtieron en éxitos tarareados por generaciones. 'Amigo conductor' (1968), 'La minifalda' (1971), popularizados por Manolo Escobar, 'Achilipú' o 'Te estoy amando locamente' (1974) de Las Grecas son algunos de ellos.

En 1974, lanzó el disco 'Carmen y Campuzano' junto a su primera esposa, la bailaora Carmen Encalado. Un año después, presentó 'Andalucía', un trabajo instrumental de piano con ocho temas dedicados a cada una de las ocho provincias andaluzas. Este fue el prólogo de la serie 'Andalucía Espiritual', iniciada en 1977, con la que quiso rendir tributo a su tierra, obra que quedó inacabada.

También Marbella ocupó un lugar especial en su vida y en su obra. Desde hacía años, residía en esta ciudad en la que, durante el gobierno del controvertido alcalde Jesús Gil y Gil, asumió el cargo de director artístico del Centro Municipal de Música y Danza, institución que llevó su nombre. Sin embargo, en 2005, dos años después de la moción de censura a Julián Muñoz, y con Marisol Yagüe como alcaldesa, dejó su puesto expresando su descontento por la situación cultural de aquel momento. En lo que respecta a la música, compuso 'El Piano Mundial y Romántico' y el pasodoble '¡Ay, mi Marbella!', ambos dedicados a la ciudad, así como un himno en honor al Santísimo Cristo del Amor de una cofradía local.

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