Pizarro pide colaboración a los grafiteros tras las últimas pintadas

Pizarro mostró las fotos de la limpieza sobre los entramados de granito y se lamentó que «cada uno de estos elementos, con los medios menos lesivos para la piedra, cuesta unos 600 euros».

Según el alcalde de Plasencia, compartía los testimonios gráficos para advertir que «este tipo de vandalismo es un delito penal si se realiza sobre el conjunto histórico artístico catalogado en nuestra ciudad».

Pizarro también explicó, sobre todo a los amantes del arte urbano, que «hay espacios municipales que están destinados al grafiti bien entendido, como arte de vanguardia y que sirve para embellecer y no para afear los rincones donde disfrutamos y vivimos. Solo deben solicitarlos».

El primer edil acabó su mensaje reclamando la colaboración de los grafiteros para frenar las actuaciones vandálicas: «Canalicemos entre todos esta fuerza para conseguir una ciudad más limpia y bella».