

Secciones
Servicios
Destacamos
Juan Carlos Ramos
Plasencia
Domingo, 31 de marzo 2024
«Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben qué día vendrá su Señor». Es un versículo de Mateo, pero bien podría aplicarse a lo ... que ha sido la Semana Santa placentina. Empezó con la mala noticia de la corona de la Virgen del Puerto y siguió con la suspensión de casi todas las procesiones a causa de la lluvia. Por suerte, el Señor acabó llegando el último día. No podría ser otro que el de su Resurrección.
«Deben estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen», insistía Mateo. Y preparados, lo que se dice estar preparados, los cofrades de la Hermandad de la Pasión lo estaban. Da igual lo que pronosticara la Agencia Estatal de Meteorología a las 11 de la mañana, hora fijada para que salieran a procesionar las tallas de María Santísima del Rosario y de Jesús de la Pasión. Estaban al pie del cañón.
Noticias relacionadas
Si la Hermandad de la Pasión tiene 1.200 fieles en nómina, en el templo de Santo Domigo, ya sea dentro o fuera, había por los menos 700. Todos, con su túnica y su caperuz verde botella y su capa, cíngulo y guantes blancos. Y también, por supuesto, los músicos de la agrupación de la Sagrada Cena y los de la banda Ciudad de Tormes de Salamanca.
La fe mueve montañas, pero hasta ahora había movido pocas nubes. Todas las procesiones del Martes, Jueves, Viernes y Sábado Santo se habían tenido que suspender. Cuando desde el interior de Santo Domingo se dijo que aplazarían la decisión de salir media hora más, todos se llevaron las manos a la cabeza. Fue entonces cuando el cielo empezó a clarear y alguien gritó a viva voz: «¡Se sale!»
Quizás por lo inesperado, quizás por la imposibilidad de disfrutar de la mayoría de procesiones, la del Domingo de Resurrección se vivió con la sensibilidad a flor de piel. No importa que el recorrido se acortara (ambas tallas transitaron directamente por la calle Zapatería hasta su Encuentro en la Plaza Mayor). La emoción y las lágrimas, de cofrades y ciudadanos de a pie, brotaron de forma natural, al calor de los rayos de sol que acompañaron a María Santísima del Rosario y de Jesús de la Pasión en su entrada a la Plaza Mayor y el posterior Encuentro.
Cerca de 5.000 placentinos, y también muchos turistas, llenaron cada rincón del corazón de la ciudad mientras los tambores y los vientos de la Sagrada Cena y la banda Ciudad de Tormes, en plena lluvia de pétalos de flores, encumbraban ese momento a algo místico.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.