Una línea de alta tensión unirá cinco pueblos de Badajoz para acabar con los apagones

No hace falta que haga viento huracanado o llueva a chuzos en Salvatierra de los Barros (1.600 vecinos) para que una casa o un negocio se quede sin electricidad. Lo mismo sucede en Salvaleón (1.710). Son dos municipios de la Sierra Suroeste pacense que llevan décadas padeciendo continuos apagones. También van a respirar en La Parra (1.310 habitantes) y en Feria (1.060 censados), en la comarca de Zafra. Endesa ha enfilado el proceso final para construir una nueva línea eléctrica de alta tensión que tendrá una longitud de 30,9 kilómetros, que arrancará en Barcarrota y finalizará en Feria, con una nueva subestación eléctrica incluida en la localidad parreña.

Un proyecto con una inversión estimada de seis millones, según Endesa, que se acaba de someter a información pública para contar con la obligada petición de autorización administrativa previa y reconocimiento de utilidad pública.

La línea que se va a comenzar a construir en unos meses será de doble circuito de 15 kV (kilovoltios), con capacidad de llegar a los a 66 kV, que conectará la subestación que hay en Barcarrota con la nueva que se hará en La Parra.

Se contempla una nueva línea área de 30,9 kilómetros de longitud y también un pequeño tramo de línea subterráneo de 25 metros en el entorno de la población barcarroteña.

Conlleva además levantar varios centros de transformación y líneas distribuidos en cinco términos municipales de la Sierra Suroeste (Salvatierra y Salvaleón), Zafra-Rio Bodión (La Parra y Feria) y Olivenza (Barcarrota).

La obra está previsto que se inicie a finales de este año, avanza la compañía a HOY. Durará aproximadamente un año, por lo que la eléctrica espera ponerla en servicio a finales de 2023.

«Con esta actuación se aportan soluciones a las demandas concretas y prioritarias que, expresamente, se le ha planteado desde la Junta a Endesa dada la existencia de algunos puntos negros en el suministro, muy localizados en pueblos de la zona donde se va a actuar», explica la Consejería para la Transición Ecológica a este periódico.

Desde la Administración se reconoce que esos municipios más otros como La Morera, Nogales, La Lapa o Fuente del Maestre, el de mayor tamaño de los afectados, padecen «situaciones de suministro deficiente que ya estaban enquistadas y provocaban un gran malestar social». «Por eso hemos insistido ante las empresas distribuidoras que operan en Extremadura de la necesidad de acelerar estas inversiones», recalca la Consejería.

Transición Ecológica pone en valor el cambio en la ley de protección de la calidad del suministro eléctrico de Extremadura de 2018 para empezar a revertir esa situación. Fue «un toque de atención a las empresas distribuidoras para que se atendiera esta problemática, priorizando la protección de los consumidores y usuarios comerciales de estas localidades», explica.

Para alcanzar un objetivo de homogeneidad en la calidad del suministro eléctrico en la región, son necesarias, según el Ejecutivo regional, unas redes de distribución reforzadas, «modernas y sostenibles como las que se van a desplegar con esta inversión para que estas localidades obtengan un servicio eléctrico seguro y suficiente».

Se da la circunstancia que dos de las poblaciones históricamente afectadas por los apagones han vuelto a sufrir en las últimas horas cortes en el suministro eléctrico. Sobre todo lo han sufrido los vecinos de La Morera (700 habitantes), que desde las siete aproximadamente de la tarde del martes y hasta la 1 de la madrugada del miércoles no tuvieron electricidad en sus casas. Unos cortes que se repitieron, en menor medida, ayer por la mañana.

En la vecina Nogales (640 habitantes) se produjeron tres cortes de luz diferentes en esa jornada afectando.

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