«Esta tarde le están dando un buen golpe, parece que va bastante controladillo», decía satisfecho Gabriel Iglesias, alcalde de Jerte, en la tarde de este domingo, sobre el incendio forestal que desde la noche del sábado está activo en la reserva natural de La Garganta de los Infiernos.
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Pasado el mediodía el panorama ya era bastante mejor que durante las primeras horas del día. Efectivos que han estado trabajando sobre el terreno eran optimistas respecto a la evolución del fuego. «La cosa va bastante bien, pero hay que esperar que no haya un cambio de viento», señalaban miembros del operativo desplegado para luchar contra las llamas sobre las dos de la tarde.
No se ha conseguido de casualidad. El avance hacia la estabilización ha sido fruto de una jornada de mucho trabajo. «Estoy impresionado, están trabajando sin descanso», reconocía muy agradecido Iglesias sobre la labor de los equipos de extinción.
Más cautos eran desde la Consejería de Agricultura, responsable del Infoex, aunque no se llegó a activar en ningún momento el nivel 2 de peligrosidad. «La evolución se mantiene incierta», se leía en su último mensaje en las redes sociales. Es cierto que la situación meteorológica invitaba a la cautela y que durante la noche y buena parte de la mañana se temió que el fuego avanzase mucho más de lo que lo había hecho hasta el cierre de esta edición. «Está muy complicado», apuntaba el alcalde de Jerte poco después de las nueve de la mañana.
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El fuego se inició en dos focos distintos, como detalló ya en la noche del sábado la Consejería de Agricultura, y ayer confirmó Pedro Muñoz, director general de Política Forestal, que había sido provocado. Era algo a lo que apuntaban los vecinos de la comarca, algunos de los cuales vieron luces en la zona antes del inicio de las llamas. Por otro lado, la hora a la que se declaró el fuego hacía difícil pensar en otro origen. «Tengo que advertirlo: un incendio a las once de la noche con dos focos, cuando todos los medios estaban centrados en Las Hurdes y Casas de Miravete, está claro que fue un incendio provocado», informó Muñoz, que pidió a la población prudencia en todas las actividades que realicen y colaboración para que cualquier información que tengan del origen del incendio.
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Esa declaración, que Muñoz hizo al mediodía, no pilló por sorpresa al alcalde de Jerte. «No lo podemos certificar, pero al 99% ha sido intencionado», manifestaba Iglesias a primera hora de la mañana.
Las llamas se iniciaron en una zona de media montaña, de difícil acceso. «Tiene que ser una o varias personas que conocen muy bien la zona», añadía el alcalde de Jerte visiblemente molesto.
La rápida movilización de los diferentes equipos de extinción también ha sido uno de los motivos para evitar un mayor avance del fuego. Ya durante la noche del sábado se incorporó la UME (Unidad Militar de Emergencias) y a las nueve y media de la mañana se oían los helicópteros en la zona.
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En cuanto se recibió el aviso de los dos focos se enviaron a la zona cuatro retenes del Infoex y se acercaron tres camiones de la UME que estaban en Hurdes.
El Infoex ha centrado durante todo el día sus esfuerzos en este incendio, en el que ha movilizado 170 efectivos. Los dos focos iniciales se juntaron en uno solo en la ladera de la sierra que separa el Valle del Jerte de la comarca de La Vera, y entre los términos municipales de Jerte y Tornavacas. «Bastante arriba y lejos de las poblaciones», informaba Iglesias. Eso evitó que se tuvieran que planificar desalojos.
Las llamas han quemado, sobre todo, zonas de matorral, pero también robles y pinos. «Precisamente uno de los esfuerzos es evitar que el incendio suba hasta una zona de pinar silvestre en Tornavacas. Es un incendio, ahora de robledal, que intentamos evitar que pase a una zona de pinar silvestre que haría que el fuego avanzara más rápido», explicaba el director general de Política Forestal.
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Esa difícil orografía del terreno, en una zona de media montaña, ha hecho indispensable la labor de los doce medios aéreos que han participado en las tareas de extinción. Tampoco lo han tenido sencillo. El humo, debido al combustible seco que había en la zona, ha complicado la tarea desde el aire. Además, once unidades de tierra han contribuido a contener las llamas.
Los medios aéreos han cargado agua en el embalse Plasencia-Jerte y en alguna zona de baño de Jerte. «Hemos cerrado el acceso a la piscina natural El Nogalón, para que vengan a recargar», comentaba el alcalde de Jerte.
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No fue el único área que se cerró. Se restringió el acceso a la reserva natural y desde su centro de interpretación hacia Los Pilones, una de las zonas de baño más espectaculares del norte de Cáceres.
Sí se ha podido circular con normalidad por la carretera Nacional-110, que une Plasencia con la provincia de Ávila.
En el operativo también ha participado Cruz Roja, que desplegó en la misma noche del sábado un dispositivo de emergencia en Jerte en el que trabajan cinco voluntarios, una ambulancia 4x4 y un vehículo frigorífico de avituallamiento. Estos efectivos se suman a los que han estado durante toda la semana apoyando las labores de extinción de los distintos incendios. En total 306 personas.
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Además, Cruz Roja ha desplegado más de 900 plazas de albergue para atender a las personas evacuadas y ha movilizado 70 vehículos para atender a la población.
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