La mujer arrollada por un caballo en Arroyo de la Luz, ingresada en la UCI

En el mismo accidente ha sido arrollada su nieta, de siete años. La menor está en el Hospital San Pedro de Alcántara con pronóstico reservado. Le han realizado un TAC, que es normal y permanece en observación.

En la localidad arroyana hay nerviosismo y mucha preocupación por ver cómo evolucionan abuela y nieta tras este accidente que se ha producido poco antes de las tres de la tarde.

En Las Cuatro Esquinas, uno de los puntos por los que corren a galope los jinetes y amazonas, se han vivido momentos de tensión y mucho miedo. Dos caballos han arrollado a estas dos personas que residen en esta localidad cacereña.

Ha sido cuando abuela y nieta han cruzado La Corredera justo en el momento en el que dos jinetes pasaban a la altura de la calle Luis Chaves, según varios testigos que han visto el atropello a escasos metros.

Tras el accidente, en los balcones de La Corredera se empezaron a ver banderas rojas para que las carreras de caballos se pararan. Y así fue durante 40 minutos. En ese tiempo, mucha tensión y desconcierto ante lo sucedido.

Varios vecinos, entre el nerviosismo y el desconcierto, recordaban lo sucedido en 2009. «Me ha venido la imagen del atropello de Candi», comentaba una arroyana en referencia al policía local que en 2009 fallecido después de ser arrollado por un caballo en esta misma fiesta.

Desde entonces esta festividad ha amagado con reinventarse para reducir su peligrosidad, pero por el momento se sigue realizando con el mismo formato. Eso sí, con un gran dispositivo de seguridad. El Ayuntamiento, la Junta de Extremadura y la Delegación del Gobierno habían coordinado con antelación a más de un centenar de agentes de la Guardia Civil, Policía Local, voluntarios de DYA, Protección Civil, el servicio de emergencias del 112, así como agentes de seguridad privada.

Todo para que se desarrollara con la máxima normalidad. Sin embargo, no se pudo evitar el grave accidente y eso se ha notado en esta fiesta tan esperada, tras dos años sin celebrarse con motivo de la pandemia.