Llega a España la 'Flakka', la 'droga de Hulk'

Desde comienzos de año, la 'Flakka' era una de las drogas que más aterra al personal sanitario por sus graves consecuencias. Se temía el momento en que llegase a España. Desde el viernes pasado, este miedo se ha confirmado y la sustancia (metatinona, una variación química de las 'sales de baño', la droga caníbal) ha aparecido en Magaluf, donde un joven británico fue ingresado en el hospital de Son Espales con 180 pulsaciones, hipertermia (38 grados) y un estado de paranoia. Los médicos consiguieron salvarle la vida.

La 'flakka' es una droga de síntesis de muy fácil acceso pero con una alta posibilidad de causar la muerte o lesiones irreversibles. Además de los efectos inmediatos que provoca en el cuerpo, la sustancia produce alucinaciones, paranoia, un sensación de superfuerza y una agresividad máxima, efectos que en Estados Unidos se han comparado con el comportamiento de Hulk, el personaje de cómic incapaz de controlar su furia y su fuerza. Los primeros casos conocidos de los efectos de esta droga proceden de Florida. En este Estado, las cámaras de seguridad grabaron a un hombre intentando romper a patadas la puerta de cristal antihuracanes en un comisaría. Posteriormente se localizó a jóvenes que corrían desnudos ante la Policía tras tomar el compuesto. El 15 de abril, la Policía de Florida detuvo a un hombre, Kenneth Crowder, de 41 años, cuando intentaba tener sexo con un árbol mientras gritaba que era Dios. El hombre, bajo los efectos de la droga, fue detenido ya que cuando un agente acudió a reprenderle, el drogadicto le arrancó la insignia de policía e intentó apuñalarle con ella. Uno de los casos más graves fue el de un consumidor empalado al intentar trepar por una valla.

Independientemente de las lesiones que una persona puede autoinfligirse, uno de los efectos de la 'Flakka' -que toma su nombre del término español flaca- es la capacidad para inducir una taquicardia tan rápida y brutal que conlleve un infarto. De la misma forma, la temperatura del cuerpo humano ha ascendido en algunos casos de consumo hasta los 44 grados, según han señalado los médicos que atendieron en Magaluf al joven británico que había ingerido este compuesto. Su paciente presentaba también síntomas como una dilatación exagerada de la pupila, rotura de fibras musculares, movimientos incontrolados de la mandíbula y la boca -que pueden provocar bruxismo, rechinar incontrolado de los dientes- o sudoración excesiva. En Florida ya han muerto 16 personas por tomar la 'Flakka'.

Leer la noticia completa en El Correo