La Guardia Civil estudia si los huesos hallados en una cueva de Granada son de una niña que desapareció hace 42 años

Los restos mortales se enviaron al Instituto de Medicina Legal de Sevilla para extraer el ADN y recientemente se ha solicitado a la Universidad de Granada una analítica, de la que se esperan aún los resultados. Los investigadores solicitaron las pruebas que desarrolla la UGR al Juzgado de Instrucción de Huéscar para determinar la época a la que pertenecen los restos.

La niña en cuestión a la que podrían pertenecer los restos es Dolores García, 'Doloricas' para los vecinos de la localidad de Cúllar Baza que la buscaron sin resultados durante meses en 1983. La pequeña, que padecía una deficiencia, desapareció de su domicilio en noviembre de ese año.

La cueva y los huesos fueron descubiertos por un pastor en este municipio del norte de la provincia granadina. El hombre que encontró la sima avisó a un compañero y decidieron dar parte a un espeleólogo reconocido de Castril, Cesar Punzano, quien visitó el lugar y comprobó que por sí solo no podía bajar a la sima, de unos 70 metros de profundidad. Fue entonces cuando decidió avisar a la Asociación de Espeleológica Velezana, que se encargó de inspeccionar la cueva al completo.

Fuentes judiciales confirmaron entonces que eran humanos y que corresponden a más de una persona. Después del hallazgo, se tuvo que llevar a cabo una segunda expedición para recuperar todos los restos óseos posibles, a fin de realizar análisis más completos que ayuden a la identificación de las víctimas y las circunstancias de las muertes. La cueva está en la finca El Chaparral, en una zona cercana al Peñón del Toro. La sima está en un lugar escondido al que se accede por un barranco. Hay que caminar tres kilómetros con zona de un desnivel del 40%.