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Iratxe Bernal
Domingo, 23 de febrero 2025, 00:12
Puede que la situación le suene. Tiene un accidente de tráfico por un despiste. Nada grave. No hay otros vehículos implicados, usted sólo tiene un ... esguince y además se recupera bien. Así que ya ni se acuerda del golpe cuando recibe una factura del servicio público de salud por los gastos sanitarios, incluyendo su traslado en ambulancia. Y ahí surge la duda, ¿no tengo derecho a atención gratuita en caso de accidente de coche? ¿Y el seguro? ¿Se hace cargo si la culpa es mía?
Respondiendo a la primera pregunta, la Seguridad Social nos va a brindar siempre la atención que necesitemos, por supuesto, pero no de forma gratuita. De un modo similar a lo que hace con los accidentes laborales 'in itinere', en los que las mutuas asumen los gastos médicos, la Administración deriva las facturas a las aseguradoras en el resto de los siniestros de tráfico. Pero eso no quiere decir que éstas paguen todos los gastos de curación.
Si causamos un accidente y sólo contamos con el seguro de responsabilidad civil –el obligatorio–, la compañía únicamente cubrirá la atención de nuestros acompañantes, así como la de los de los ocupantes de los otros vehículos si los hubiera. El conductor responsable no tiene esta protección, ni tampoco la del Consorcio de Compensación.
Esta es la clave para que el seguro cubra nuestros gastos. «Hay que contratar una póliza que incluya la cobertura de accidentes del conductor que, junto al riesgo de fallecimiento o invalidez, cubre hasta el límite pactado –que suele oscilar entre 3.000 y 30.500 euros– los gastos de curación o asistencia sanitaria de la persona al volante. Es algo importante siempre, pero más para los motoristas, cuyas lesiones suelen ser de mayor gravedad», explica Javier Elena, gerente de la correduría Elena Beser. «Hoy casi todos los seguros lo tienen, pero compruébelo. A veces contratamos barato y no nos fijamos», advierte.
Si nuestro estado lo permite –o cuando lo permita–, tenemos derecho a elegir dónde nos atienden. Esto es importante porque influye en los límites de la cobertura. La patronal de las aseguradoras, Unespa, tiene convenios con centros sanitarios que suponen el primer máximo que debemos tener en cuenta. Para este año, el acuerdo con los del sector público establece para los accidentes sin contrario un límite de 3.750 euros para los motoristas y de 11.215 para conductores. En ambos casos, si la factura sanitaria es superior, el excedente lo cubrirá nuestro seguro hasta el total asegurado y, después, nosotros.
El convenio con el sector privado, en cambio, no incluye ni a motoristas ni a conductores cuando no hay contrario, por lo que la cobertura será únicamente la que ofrezca el seguro. «La mayoría de los hospitales están en el convenio. Otra cosa son las clínicas de rehabilitación, pero, en cualquier caso, aunque el seguro nos prometa gastos ilimitados, si vamos a un centro concertado, nunca es así, por lo que recomiendo ir siempre al sistema público», explica Elena.
Como decíamos, al contratar la póliza aceptamos que el seguro cubra nuestros gastos hasta una cantidad determinada. Si esta cifra fuera superada, seremos nosotros quienes paguemos la diferencia, pero hay formas de lograr una mayor protección. «Para ampliarla, otra opción es contratar por otro lado un seguro puro de accidentes que cubra el concepto de reembolso de gastos sanitarios, sólo en el ámbito de la circulación. Como ninguna compañía permite contratar solo esta garantía en un seguro de accidentes y nos exigirán cubrir también fallecimiento o invalidez, podemos reflejar el capital mínimo que se requiera para no aumentar el coste global del seguro porque nuestro interés en realidad sólo es cubrir los gastos sanitarios», aconseja el experto.
El dinerario no es el único límite impuesto por las aseguradoras; también tienen muy en cuenta el tiempo. Para empezar, pueden negarse a cubrir los gastos si se acude al hospital pasadas 72 horas del accidente. Por otra parte, también establecen un plazo máximo, de uno a tres años, durante el que costearlos. Si, por ejemplo, necesitamos más tiempo de rehabilitación, a partir de ahí, la factura nos la pasarán a nosotros.
Las aseguradoras por la Ley de Responsabilidad Civil y Seguro en la Conducción de Vehículo a Motor, no pueden negarse a indemnizar a los perjudicados, pero tienen el derecho de repetición –reclamación de lo pagado– sobre su asegurado si el conductor está bajo los efectos de las drogas o el alcohol o tuviese el carné retirado o caducado.
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