Los vecinos no escucharon ruidos en el chalé, alquilado por la Junta en febrero

El chalé pareado de la Urbanización Guadiana en el que fue asesinada la educadora social María Belén Cortés Flor fue alquilado por la Junta de Extremadura hace unos 15 o 20 días, según ha podido saber HOY. Los vecinos de esta zona de Badajoz preguntados por este diario desconocían que se trataba de una vivienda tutelada para menores que cumplen medidas judiciales porque han delinquido.

Nadie escuchó ruidos que hicieran sospechar lo que estaba sucediendo en el interior de la vivienda. Un vecino de la propiedad colindante se percató de la presencia policial por las luces sobre las diez y media de la noche, y después vio sacar el cadáver en torno a la una y media de la madrugada de este lunes.  

En el domicilio en el que ocurrió el crimen vivían cuatro menores. Tres de ellos son los presuntamente implicados en la muerte de la educadora social, una mujer de 35 años natural de Castuera. Se trata de dos chicos -uno de 15 años y otro de 14, y una chica de 17.  

En el chalé se hacían cargo de ellos, que sumaban un centenar de delitos menores, unas seis o siete educadoras sociales. Se iban turnando en jornadas en las que a veces coincidían dos compañeras y en otras ocasiones, como el momento del crimen, solo estaba de guardia una de ellas.

En estos momentos el número 3 de la calle Castillo de Benquerencia se encuentra precintado por la Policía. En el patio delantero de la casa unifamiliar únicamente se ve una mesa de jardín.

Profesionales que conocían a la víctima no esperaban el grado de violencia con el que  presuntamente actuaron los menores, que huyeron en el turismo de la educadora fallecida y horas después fueron arrestados en Mérida.

A las doce del mediodía, este colectivo profesional se concentra en la capital pacense para mostrar sus condolencias a los familiares de la víctima y expresar su disconformidad con las condiciones de trabajo en las que prestan servicio.

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