El encargado de la caldera en el momento del accidente estaba pintando la casa del dueño

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A criterio de la jueza, este hecho ilustra sobre el compromiso del dueño del negocio con la industria y con el trabajo que desempeñan sus empleados. «La preocupación de José María –recoge la sentencia– por el correcto desempeño de las labores de sus trabajadores se plasma en el hecho de que el encargado de la caldera en el momento del accidente se encontraba pintando la puerta de su casa, tal y como declaró el propio acusado».

En otro punto de su texto, la magistrada Milagrosa González apunta que «teniendo en cuenta que el concepto de diligencia del acusado se plasma en actos tales como tener a uno de sus trabajadores, en jornada laboral, pintándole la puerta de su casa en lugar de en su puesto de trabajo, pues poco más hay que añadir».

En el capítulo de fundamentos de derecho, se recoge que «los trabajadores de la empresa no contaban con algo tan sumamente básico como un aparato para saber la presión que alcanzaban las máquinas extractoras, dado que a tenor de la prueba practicada, el manómetro presentaba fallos, lo que trabajando con atmósferas altas, resulta poco menos que inútil». «Un manómetro que funcione correctamente es un elemento sin duda de suma utilidad para evitar acontecimientos como el que ha dado lugar a las presentes actuaciones».