Encuentran huellas y restos de comida del fugitivo de La Codosera

Continúa la huida de Israel Vélez Gómez, un vecino de La Codosera al que buscan los agentes de la Guardia Civil desde que el día agrediera a su padre. El fugitivo escapó al monte llevando encima la carabina de balines con la que disparó a dos hombres que trataron de socorrer a su padre.

A los 40 agentes de la Guardia Civil se ha sumado el servicio cinológico con perros adiestrados en el rastreo. En la noche del martes encontraron huellas en una huerta y restos de una sandía que comió el fugitivo por la zona de Bacoco, dentro de la sierra de la Lamparona.

Vecinos de la localidad pacense aseguran que el fugado, de 38 años de edad, estaba obsesionado con personajes cinematográficos de acción y que esa fijación había superado la barrera de la ficción para intentar encarnarlos en la realidad.

Cuando hace unos años fue detenido por la Guardia Civil y se le encontró un arsenal de armas escondidas alrededor de una tienda de campaña que había montado en la sierra de la Lamparona, los agentes le pusieron el apelativo de ‘John Rambo’, en referencia al personaje interpretado por Sylvester Stallone. Ya entonces, Israel vestía casi siempre con ropas de camuflaje y además se pintaba la cara para pasar desapercibido cuando se marchaba al monte.

En junio de 2014 se supo que había matado a tres perros mastines al dispararle flechas con una ballesta. Él aseguró que había hecho un bien porque los animales hacían daño a las personas que pasaban por el camino de la finca donde se encontraban.

Cuando la Guardia Civil llevó a los perros a un veterinario de Cáceres para que fueran analizados, descubrieron que uno aún tenía parte de la flecha dentro. La otra parte la encontraron junto al arsenal que había en la tienda de campaña, donde fueron hallados tres rifles, uno de ellos del calibre 22, munición, arcos, flechas y machetes.

Después de aquel suceso, el juez determinó que ingresara en un centro psiquiátrico y en la actualidad vivía en la vivienda propiedad de la familia. Justo allí fue cometida la agresión.

En La Codosera se sabe que sus padres han tratado de contribuir a su rehabilitación. Incluso le buscaron una ocupación para que estuviera atareado, pero los problemas mentales que sufre hacen difícil su rehabilitación.

Tras los hechos acontecidos el lunes, el miedo se ha apoderado de muchos de los vecinos de La Codosera.

La Guardia Civil confirmó ayer que la búsqueda sigue con el apoyo de la unidad llegada desde Badajoz. Los agentes van equipados con chalecos antibalas y fuertemente protegidos. La búsqueda se limita a las horas de sol. Al caer la tarde, la zona permanece vigilada pero no se realizan incursiones en la sierra.

La población espera que sea localizado cuando antes, puesto que el próximo fin de semana se celebra la popular romería en la Varse de la Noguera, un caserío de La Codosera que está ubicado cerca de la zona donde se estima que puede estar escondido. A esa fiesta es tradición que acuda todo el pueblo y también personas llegadas desde otros puntos de Extremadura y Portugal. «Si no lo encuentran antes, mucha gente no irá a la Varse», asegura una mujer que tiene una finca en la zona donde la Guardia Civil realiza las batidas por el campo.

Su localización no va a ser fácil, aseguran. «Seguramente está viendo los movimientos de los rastreadores oculto en algún lugar», señala un vecino que lo conoce bien.

El hombre que fue agredido el lunes por la noche por su hijo en La Codosera ha perdido el ojo izquierdo y está recibiendo atención médica en las lesiones que presenta en el ojo derecho y en la mandíbula. Continúa intubado y consciente, con pronóstico grave, según se desprende del último parte médico facilitado este miércoles por la tarde por el Servicio Extremeño de Salud.