El Rey visita Trujillo: fotos con una bebé, escolares y «monárquicos hasta la médula»

A primera hora de la mañana, 45 minutos antes de que Felipe VI llegara a la plaza de San Miguel, ya había trujillanos esperándole en las vallas del perímetro de seguridad.

«Que por qué hemos venido a ver al Rey. Eso no hace falta ni preguntarlo, hombre», decían María José y Mónica, dos vecinas, desde primera fila.

«Es la segunda vez que viene al Palacio Barrantes-Cervantes de Trujillo y la anterior ya estuvimos aquí, en el mismo sitio, para verle y no perdernos nada», comentaban mientras hacían tiempo.

«Somos monárquicas hasta la médula. A mí me encanta la Familia Real. Felipe y Juan Carlos. Bueno, todos», decían antes de reconocer al unísono: «Somos monárquicas hasta la médula».

A las 10.40 horas, llegó el Rey, con las medidas de seguridad que caracterizan a estos actos. Agentes de la Guardia Civil a la entrada del pueblo, Policía Nacional en muchas calles de Trujillo y guardaespaldas y personal de protocolo para que todo saliera según lo previsto.

Ya en el interior del Palacio, detectores de metales en la entrada y solo se permitía el acceso al personal acreditado, lo habitual en actos en los que participa el Rey.

En la inauguración tomaron la palabra, por este orden, la alcaldesa de Trujillo, Inés Rubio; el presidente de la Fundación Obra Pía de los Pizarro, Hernando de Orellana; la directora de la Real Academia de Historia, María del Carmen Iglesias; la presidenta de la Junta, María Guardiola; y Felipe VI.

Finalizado el acto, el monarca firmó en el libro de honor de la Fundación Obra Pía de los Pizarro y mantuvo un encuentro con los asistentes al acto.

Fue a su salida cuando el Rey saludó con un poco más de detenimiento a los vecinos de Trujillo. Se acercó a ellos, se fotografió con algunos e incluso mantuvo una pequeña conversación con escolares del colegio Sagrado Corazón de Trujillo.

«Han venido a ver al Rey 23 alumnos de 6º de Primaria. Estaban muy contentos. Es un día especial para ellos», contaba una de sus profesoras.

«Hemos hablado un poco con él. Nos ha preguntado si aún nos quedaba alguna hora más de clase y nosotros le hemos dicho que estábamos muy contentos por haber perdido Matemáticas para venir a verle», comentaban los alumnos.

Esa imagen, la del Rey saludando a escolares, ya se ha repetido en otros actos en Extremadura, como en la entrega del Premio Europeo Carlos V en el Monasterio de Yuste. Allí, cada año, alumnos de los colegios de la zona esperan al monarca a su salida para verlo.

Los vítores y gritos de 'viva el Rey' y 'viva España' también son habituales en sus visitas a la región extremeña. Sin embargo, otras imágenes no se suelen dar tanto, como la que protagonizó este viernes Chloe, una bebé de ocho meses. Fue el momento más tierno de la jornada.

El Rey se fotografió con la pequeña a petición de sus padres. «Hemos aprovechado que venía Felipe a Trujillo y ha accedido a hacerse una foto con la niña. Estamos muy emocionados. Ya tiene su primera imagen con el Rey», comentaban Macarena Bracho y Cristian Cerezo, los padres de Chloe.

Ellos también se declaran monárquicos. «Yo ya lo había visto más veces, pero no en Extremadura», comentaba Macarena, con su bebé en brazos.