![El secreto de la longevidad está en Sierra de Fuentes](https://s3.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/2024/10/25/sierradefuentes-RuGV29RtFSL2io6TwnabdzI-1200x840@Hoy.jpg)
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Son las doce y en la farmacia de Sierra de Fuentes no paran de entrar vecinos. La mayoría de ellos, mayores. «Muchos de los clientes ... que pasan por aquí superan los 90 años y parece mentira que tengan esa edad», dice Beatriz Bermúdez tras el mostrador de la botica en la que es auxiliar. Lleva viviendo en esta localidad cacereña dos décadas y dice que la gente en este pueblo es muy longeva. «Solo en esta calle hay varios que casi llegan a los cien», asegura.
No le falta razón, pues Sierra de Fuentes es el municipio con más esperanza de vida de Extremadura, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística, que hace referencia a 2022. La media de la región se sitúa en 82,4 años y la de este pueblo de 2.056 habitantes a 12 kilómetros de la capital cacereña llega a los 86,4.
«No sé por qué será ni dónde está el secreto. Aquí, desde luego, mis mayores toman los medicamentos habituales. Su paracetamol para todos los días, un poquito el control de la hipertensión y, eso sí, las medicinas para el colesterol, que aquí hay mucho. Aparte de la cena, por la noche sacan su quesito, el lomo y la patatera. El embutido que no falte», comenta Beatriz, justo antes de que entre en la farmacia la hija de Ramón Maestre, el hombre más mayor del pueblo.
Tiene 97 años y toda su vida la ha dedicado al campo. «Desde que tenía 11 salí de la escuela y empecé a trabajar con las cabras. También he estado 28 años de tractorista. Dios parece que no me quiere con él», comenta Ramón desde el patio del piso tutelado en el que reside junto a otras 13 personas.
La más joven está a punto de cumplir 80 años. «El secreto es que vivimos en contacto con el campo», dice Josefa Polo. Coincide con ella Dolores Téllez, de 83. Aunque es de Cáceres lleva viviendo en Sierra de Fuentes ocho meses y ya ha comprobado la calma de este municipio. «Se está muy tranquilo y yo creo que el aire de la sierra hace bien. Aquí hay mucha gente mayor y quizás el secreto es estar rodeados de naturaleza», comenta mientras pasea con su bastón hasta uno de los comercios de la localidad.
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«Aquí comemos muy bien y dormimos lo que queremos», añade Narcisa Guerra, de 87. Asiente con la cabeza Vicente Durán, que a sus 86, dice sentirse como un chaval de 40.
La realidad es que hay varios vecinos que superan los 90. «Mi suegra, por ejemplo, ya tiene noventa y muchos», dice el sierrafuenteño Lorenzo Román, que en su paseo diario, pues ya está jubilado, alude también a la comida y la calma para explicar la longevidad de su pueblo.
Pero más allá de opiniones, es casi imposible asegurar con rotundidad la razón por la que este municipio supera en esperanza de vida a otros de Extremadura incluso en más de de diez años. De hecho, a tan solo 40 kilómetros de él y en la misma comarca (Sierra de Montánchez), Alcuéscar, con 75,7, es la población que peor parada sale en la estadística.
«No hay ninguna razón para que en una misma provincia haya dos municipios con una diferencia de casi una década en sus cifras de esperanza de vida», ya decía en 2019 y en HOY Antonio Pérez Díaz, profesor de Geografía de la Universidad de Extremadura (UEx) y autor de varias publicaciones que abordan la cuestión demográfica.
Ese año era Montehermoso, con 86 años, la localidad con más esperanza de vida de Extremadura, y Losar de la Vera, con 76,5, la que menos.
Pérez ya afirmó en ese momento que en este ámbito de la realidad social es mejor fijarse en otro factor: el índice de sobreenvejecimiento, que es el número de personas mayores de 75 años que hay por cada persona mayor de 65. «La esperanza de vida en una localidad puede subir o bajar en función de factores como que se hayan empadronado varios octogenarios o nonagenarios, o que haya habido un accidente y hayan muerto varios jóvenes. Son distorsiones estadísticas de este tipo las que pueden estar tras estos datos», argumentaba Antonio Pérez.
Y, precisamente, en cuestiones de empadronamiento suele haber bastantes variaciones en Sierra de Fuentes, por ser un lugar con muchas segundas residencias y contar con un piso tutelado al que llegan mayores de otros municipios.
Eso sí, en Sierra de Fuentes no cuentan con unas instalaciones para grandes dependientes. «Si tienen el nivel dos de la dependencia ya se deben trasladar a la residencia El Cuartillo de la capital cacereña o a otra fuera del municipio. Por regla general, aquí suelen estar quienes gozan de una mejor salud y pueden vivir más años, pues no tienen complicaciones de patologías tan graves», dice el alcalde de Sierra de Fuentes, Sergio Domínguez.
Sergio Domínguez
Alcalde de Sierra de Fuentes
Beatriz Bermúdez
Auxiliar de farmacia en Sierra de Fuentes
Lo explica sin tener la certeza de que esa sea una de la razones de la longevidad del municipio del que es alcalde. «Podría ser. Igual que podrían ser otras. Las razones pueden ser múltiples y, aunque conocía esta estadística, reconozco que también me causa sorpresa, aunque es cierto que en Sierra de Fuentes suelen fallecer con mucha edad. Por ejemplo, mis dos abuelos han muerto con 96 años», afirma Domínguez.
«Además, Sierra de Fuentes es un municipio cerca de la capital y la gente busca aquí una segunda residencia para estar tranquila tras la jubilación. También hay muchos ejemplos de cacereños que emigraron en los años 70 a Madrid y el País Vasco y cuando cumplen los 65 vuelven a su municipio natal», apunta Domínguez, que antes de ser alcalde se encargó de llevar como administrativo el padrón municipal durante 15 años. «Me sorprendía la cantidad de gente que había con tantos años», dice el alcalde, que también comenta que «mucha gente dice que se debe al aire de la sierra o al agua». La mayoría de los vecinos beben del grifo, aunque hace años iban a las múltiples fuentes que había repartidas por el pueblo.
Eso ya ha cambiado, al igual que cada año se instalan en este pueblo nuevos residentes. Precisamente no es un municipio que se esté despoblando.
«Ahora mismo hay en el colegio 135 niños en los ciclos de Educación Infantil y Primaria, y en la guardería municipal hay 23 y no bajan anualmente de los 20. Estamos creciendo», asegura el alcalde.
«Mucha gente joven pasa por el despacho de alcaldía a preguntar si hay terrenos en venta. Si los hubiera se harían viviendas. Además, tenemos la suerte de que está el hospital al lado, la universidad y pisos de alquiler mucho más económicos», afirma Sergio Domínguez orgulloso de que su pueblo sea el más longevo.
Tras Sierra de Fuentes se sitúa Hervás (85,7) y Montehermoso (84,9). En la otra parte de la tabla están, después de Alcuéscar, Casar de Cáceres (76,9) y La Coronada (77,5).
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