Belén Cortés, una educadora vocacional hecha a sí misma

María Belén Cortés Flor tenía 35 años y toda una vida por delante. Con pareja, sin hijos y hecha a sí misma, residía en Badajoz desde hacía años pero seguía muy vinculada a la localidad en la que nació, Castuera, donde estudió Primaria y Secundaria antes de dar el salto a la universidad para cursar Magisterio. «Era una luchadora, compaginó los estudios universitarios con el trabajo, era un ejemplo para muchas personas», decía Francisco Martos, alcalde de Castuera, poco después de participar en el multitudinario minuto de silencio que este lunes por la mañana se convocó en el pueblo de la fallecida.

«Belén era una persona entregada, vocacional, que trabajaba haciendo el bien... En estos momentos solo podemos sentir amargura, desolación, incredulidad, porque le han destrozado la vida a una buena profesional, a una familia a todo un pueblo».

En la concentración de Castuera estuvieron sus vecinos, hombres y mujeres, jóvenes y mayores que han compartido con Belén los momentos más importantes de su vida. Personas que en multitud de ocasiones la han escuchado hablar del valor que tiene trabajar por las personas que más carencias tienen.

«Era una persona que se hizo a sí misma y que siempre ha estado implicada con las causas sociales, creía en el trabajo que hacía y estaba feliz de poder ayudar a chicos que necesitaban apoyo. Por eso nos resulta tan incomprensible que haya podido morir de una forma tan terrible», añadía el alcalde.

Cuentan quienes la conocían que su familia sigue residiendo en Castuera. Su madre ha trabajado en la cooperativa textil del pueblo y su padre ha tenido distintos contratos como conductor de maquinaria y en distintas tareas municipales. «Es una familia entrañable, humilde, querida y conocida por todos, lo hemos sentido muchísimo», destacaba Martos, quien apuntaba que la joven tiene un hermano que trabaja fuera de Castuera desde hace años pero que sigue muy vinculado a esta localidad.

La muerte de Belén ha tocado de lleno a su familia, a sus amigos y también al Ayuntamiento, puesto que la primera teniente de alcalde, Piedad Roso, es tía de la fallecida.

Valoraba ayer Francisco Martos que desde primera hora del día había recibido multitud de llamadas de vecinos que pedían hacer algún gesto para arropar a una familia que es muy querida en el pueblo. «El minuto de silencio ha sido multitudinario, el pueblo se ha volcado con la familia. Todo el mundo se ha implicado».

En recuerdo de Belén se guardó este lunes un minuto de silencio en Castuera y el Ayuntamiento decretó tres días de luto oficial en la localidad, donde no se celebrará ningún acto público.

El funeral será este martes a las 17 horas en la iglesia de Santa María Magdalena. El alcalde Martos quiso agradecer las muestras de apoyo y cariño que han llegado al Ayuntamiento desde que se conoció la muerte de esta vecina.

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