María Hernández Cumplido en su casa de Almendralejo. Paco Galeano
Covid en Extremadura

«La covid persistente me ha quitado las ganas de vivir; los dolores no paran»

Cuando se cumplen cinco años de la pandemia, aún hay extremeños como María Hernández que padecen síntomas pese a haber pasado la infección

Álvaro Rubio

Cáceres

Domingo, 16 de marzo 2025, 07:57

María Hernández Cumplido, de 52 años y de Almendralejo, se contagió de covid en abril de 2021, y hoy, cuando se cumplen cinco años ... del inicio de la pandemia, sigue sufriendo síntomas pese a haber pasado la infección.

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Es lo que se denomina covid persistente, un síndrome que padecen cientos de extremeños y se caracteriza por la persistencia de síntomas de coronavirus semanas o meses después de la infección inicial, o por la aparición de ellos tras un tiempo sin sufrirlos. Así lo define el Ministerio de Sanidad, pero la realidad es más complicada, pues su día a día se convierte es un peregrinaje por consultas de especialistas médicos sin encontrar, en muchas ocasiones, respuestas.

Solo en uno de los muchos informes sanitarios con los que cuenta le indican que sufre covid persistente, aunque según indica, todos los facultativos relacionan parte de lo que le ocurre con este virus del que ella se infectó mientras trabajaba en un supermercado.

De aquello han pasado cuatro años. «Empecé a sentir que me asfixiaba y me costaba mucho hablar. Solo quería estar en la cama, con mucho dolor de huesos y muy agotada. Apenas comía y bebía», recuerda.

Así estuvo una semana en casa. Por aquel entonces era complicado lograr un cita con el médico de familia. Los extremeños eran atendidos en muchas ocasiones por teléfono y eso cuando lograban contactar con su centro de salud ante la saturación por los contagios.

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Cuando ya no podía más fue a Urgencias del Hospital Tierra de Barros y observaron que su saturación de oxígeno estaba muy por debajo de los niveles normales. Le derivaron al Hospital de Mérida y allí continuó con dolores y falta de respiración. «Tenía una neumonía bilateral, mucha fiebre y me pusieron plasma, que fue gracias a lo que empecé a mejorar», detalla.

Después de eso tuvo, según explica, muchos problemas digestivos y le costaba caminar. «Necesitaba un bastón para andar y tenía poca respiración. Me hicieron muchas pruebas y al cabo de los dos años parecía que estaba todo bien. Sin embargo, yo ya no era la misma» comenta.

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Quienes sufren el síndrome tienen mareos, fiebre, dolor muscular o insuficiencia respiratoria, entre otros problemas

«Ahora me sigo asfixiando, me quedo ronca, tengo problemas estomacales y dolores de huesos y de cabeza. Sufro fatiga crónica y padezco una depresión», relata María, que antes de contagiarse de covid, superó un cáncer de mama. «Cuando tuve el tumor, tenía ganas de luchar, pero la covid persistente me ha quitado las ganas de vivir;lo dolores no paran», cuenta.

Ha pasado por muchos especialistas. Reumatólogos, rehabilitadores y traumatólogos, entre otros. «Me han dicho que tengo fibromialgia post covid. En unos informes me pone covid persistente y en otros me dicen que lo que padezco ha venido todo después de infectarme de coronavirus», apunta.

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«Con el cáncer que padecía me trataron y sabía que me curaba o moría, pero con el covid empecé y esto es una crueldad porque no sé cuándo va a acabar. Empecé un día y ahora sigo. Cuando no es una mano, es la cabeza, los vértigos o la ronquera», detalla. «Lo achaco todo al covid y los médicos que me están tratando saben que es por ese virus», añade Hernández Cumplido.

Es una de las extremeñas que forma parte de la asociación de covid persistente en esta región, donde visibilizan esta enfermedad y luchan por los derechos de quienes la padecen, además de reivindicar la creación de una unidad específica que en Extremadura por el momento no existe. «Pedimos que nos deriven a un servicio que nos trate de forma global. Sin embargo, yo llevo dos años esperando para que me vean en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde sí cuentan con un servicio integral», explica esta extremeña que lleva padeciendo síntomas desde 2021.

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Precisamente, fue ese año cuando la Organización Mundial de la Salud publicó una definición oficial de la enfermedad pos-covid-19 o covid-19 persistente con el objetivo de facilitar el tratamiento de los enfermos. Se trata de una gran número síntomas asociados al virus que, tal y como recoge el Ministerio de Sanidad, pasan por malestar general, dolor muscular y articular, mareos, fiebre, trastornos del sueño, respiratorios o digestivos, entre otros. María Hernández padece muchos de ellos. «Te agotas de esperar, de ir a un médico y a otro y terminas psicológicamente muerta», afirma antes de dar gracias a su familia. «Por ellos sigo adelante».

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