43 menores cumplen medidas judiciales por comisión de delitos en Extremadura

De los 43 menores registrados, 30 están internados en el Marcelo Nessi de Badajoz, en el único centro de reforma con el que cuenta Extremadura, en el que se cumplen medidas que en mayor o menor grado conllevan una restricción de la libertad.

Los otros 13 menores de edad que están cumpliendo medidas judiciales, igualmente por ser responsables de un delito, lo están haciendo en uno de los tres «hogares de reinserción sociolaboral, que no son pisos tutelados», aclara la Consejería de Salud y Servicios Sociales, que hay en la región para ellos. Los tres son de la Junta pero ninguno se gestiona de manera directa. Dos están ubicados en Badajoz, a cargo de la empresa Cerujovi, y uno en Cáceres, en manos de la empresa AFEX (Asistencia Familiar Extremadura).

El Marcelo Nessi y estos tres hogares son los recursos que conforman el sistema de reforma en la región, los integrantes de una red en la que se busca en todos los casos reeducar a los menores que han cometido alguna infracción o delito para que puedan retomar su vida en sociedad. Es el grado de gravedad del delito el que determina en mayor medida que el menor sea derivado al centro de internamiento, donde se cumplen medidas en régimen cerrado, o a alguno de los hogares, donde los menores no están encerrados sino conviviendo con otros en régimen abierto.

En total son 70 las plazas con las que cuenta Extremadura para el cumplimiento de medidas judiciales por parte de los menores: 50 en el Marcelo Nessi y 20 repartidas entre los tres hogares de reinserción sociolaboral.

Los menores llegan a estos recursos en todos los casos por orden de los jueces, quienes determinan en función del delito cometido, la petición del fiscal y la valoración de los equipos técnicos de los juzgados –integrados por psicólogos, trabajadores sociales y educadores sociales– cual es la medida más acorde y proporcional para cada menor, siempre priorizando su interés.

También juez y fiscal se ocupan del seguimiento de la aplicación de la medida y de la evolución del menor en función de la misma, de tal manera que se puede acortar el periodo impuesto, pasar del centro de internamiento a la vivienda o al revés, como ha ocurrido en el caso de los menores implicados en el presunto homicidio de la educadora social Belén Cortés.

Los tres se encontraban en uno de los dos hogares de reinserción sociolaboral que Cerujovi gestiona en la capital pacense. En concreto en el ubicado en el número 3 de la calle Castillo de Benquerencia, en la Urbanización Guadiana, con el objetivo de que en un entorno familiar y de iguales aprendieran pautas de convivencia.

Sin embargo, su presunta implicación en la muerte de la educadora social, y en los robos con violencia que cometieron con anterioridad, han determinado su internamiento cautelar en el Marcelo Nessi, en un centro de régimen cerrado hasta que en el juicio se esclarezca el grado de responsabilidad de cada uno de ellos, los chicos de 14 y 15 años y la chica de 17, en el homicidio de Belén Cortés y se establezca en función del mismo la medida judicial que cada uno de ellos debe cumplir ahora.

Además del internamiento en régimen cerrado para los tres, el Juzgado de Instrucción número 1 de Badajoz ha abierto diligencias por tres delitos: homicidio, robo con violencia y delito contra la seguridad vial.

No obstante, como ha adelantado el fiscal superior de Extremadura, Francisco Javier Montero Juanes, en el caso de los menores, «el procedimiento es rápido, tiene unos tiempos más cortos que con procedimientos de mayores de edad y, por lo tanto, ahora lo que se empezará a hacer es la investigación propiamente dicha». El objetivo es determinar «la verdad material de los hechos, qué ocurrió, cómo ocurrió y, muy importante, el rol de participación de cada uno de los menores detenidos, puesto que eso afecta a sus posibles responsabilidades penales», ha señalado.

El cumplimiento de las medidas que finalmente se les impongan se llevará a cabo en uno de los recursos que conforman la red regional de reforma, el Marcelo Nessi y los tres hogares de reinserción sociolaboral, que no tienen nada que ver con los recursos que integran el sistema de protección de menores.

En el caso de Extremadura, esta otra red está destinada a la protección de menores que no pueden por motivos varios residir con sus familias (sin tener causas judiciales). Está integrada por siete centros residenciales repartidos por las dos provincias. En la pacense se ubican en Badajoz, Olivenza, Mérida y Villanueva de la Serena. Y en la cacereña, en Cáceres, Trujillo y Caminomorisco. En estos centros hay menores con edades desde los cero hasta los 18 años. Aunque los más pequeños, hasta los seis años, son acogidos en los dos recursos especializados para estas edades: el Jardín del Sauce, en Cáceres, y el San Juan Bautista, de Badajoz.

Además de los centros de acogida, la región cuenta con 106 plazas distribuidas en 18 hogares y repartidos igualmente por todo el territorio. Ocho de ellos son hogares residenciales, destinados especialmente a menores de hasta seis años. Otros seis de estos 18 hogares están destinados a menores con necesidades especiales y los cuatro restantes son hogares de preparación para la vida independiente, destinados a menores de más de 16 años que se encuentran en un proceso de emancipación. Motivo también por el que, al igual que en los centros de acogida, pueden estar más allá de los 18 años, hasta que se completa ese paso a la vida autónoma.